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ESPECIAL: Aerosmith en cuatro movimientos

Para entender a una banda legendaria como Aerosmith, hay que verla analizando su línea del tiempo en cuatro etapas: Con drogas, sin drogas, con Mtv y sin Mtv.

Por Henrique Do Couto

Por: Henrique Do Couto

Para entender a una banda legendaria como Aerosmith, hay que verla analizando su línea del tiempo en cuatro etapas:

1) Con drogas:

Es el Aerosmith que todo buen conocedor extraña. Descuidado, atrevido, desgraciado. El problema de Aerosmith con su adicción a las drogas era tan fuerte, que los Grateful Dead, siendo la banda más psicodélica y abiertamente drogadicta de la historia, declararon en más de una vez estar realmente preocupados con el nivel de adicción de los cinco de Boston.

Steven Tyler y Joey Kramer cuentan que podían pasar, sin problema, más de dos MESES encadenando jarabe para ponerse zombies, cocaína para pasar el down, marihuana porque estaban demasiado jalados, anfetaminas para irse al infierno y heroína para irse al cielo.

Ese Aerosmith alucinógeno fue capaz de grabar discos históricos como Toys In The Attic o Rocks, y también de hacer cosas olvidables como Night In The Ruts o Rock In A Hard Place.

Aerosmith tocando en vivo en TV, 1974:

Aerosmith en cocaína 100% de pureza:

2) Sin drogas:

Dejar las drogas trajo consecuencias positivas para Aerosmith. Para empezar, la sobriedad logró que los miembros de la banda se dejaran de mariqueras y empezaran a enfocarse en lo que era valioso de verdad: la música. Eso trajo como consecuencia el renacer de una banda de la que apenas quedaban escombros y en la que ya nadie creía, para convertirse en el “regreso de la década”.

Pero por otro lado, Joe Perry y Steven Tyler reconocen que con drogas componían y tocaban mejor. Joe Perry dice que, después de estar 20 años drogado, nada fue tan difícil para él como componer estando sobrio; al menos de manera tan creativa. Steven Tyler tampoco lo esconde. En una entrevista reciente con el programa “60 minutos (edición Australia)” de la CBS, Steven reconoció que gracias a las drogas han tenido sus momentos más brillantes.

“Soy tan bueno con las drogas como soy buen padre y buen cantante. La cocaína es buena ¡Buenísima! El problema es cuando usas demasiada. Eso te aleja de tus metas, de tu banda, de lo que eres en verdad. A mí me tira contra el suelo”.

La época “sin drogas” de Aerosmith también trajo un disco que nunca debió existir: Done With The Mirrors. Ese disco significó el regreso de Joe Perry y Brad Whitford a la banda, así como también fue el primero grabado sin la ayuda de estupefacientes. Pero resultó en uno de sus discos más grises y poco notables. Como si lo hubieran hecho en pleno síndrome de abstinencia.

Fue tal la crisis creativa de Aerosmith por no tener drogas, y tal el apuro por sacar un disco que hiciera olvidar el anterior, que por primera vez Aerosmith se vio en la necesidad de contratar compositores. De ese experimento salió Permanent Vacation, un disco tan alegre y cursi, que parece malandro que acaba de descubrir a Cristo en su corazón. Contiene tres canciones maravillosas (“Rag Doll”, “Dude Looks Like A Lady” y “Hangman Jury”) y una que no se debió grabar jamás: “Angel”.

“Rag Doll”:

“Dude Looks Like a Lady” (en vivo, Chile 1994):

3) Con MTV:

El disco que dispara a Aerosmith como una banda a su mejor nivel se llama PUMP. Fue el disco que vino a demostrar lo que eran capaces de hacer sin drogas de por medio. Y al mismo tiempo, fue el abreboca del disco que vendría a conectarlos con un nuevo público, el disco que los consagraría dentro de la memoria de la Generación X. Get A Grip, editado en 1993, es quizá, el mejor disco que haya editado Aerosmith en toda la década de los 90 y del 2000, pero que no hubiera sido lo que fue sin la ayuda de un canal de televisión: MTV. En 1990, ya Aerosmith había hecho historia cuando grabó el primer “Unplugged” sin saber siquiera que más tarde esa serie se convertiría en una referencia musical. Sin embargo, esa grabación ni siquiera se editó en CD. Solo fue con el lanzamiento de Get A Grip que lograron llamar la atención de un planeta entero con una canción y un video: “Livin´ On The Edge”. Adolescencia, irreverencia, identidad, sexualidad, velocidad, violencia. Por fin alguien hablaba el mismo idioma de la generación que los estaba viendo del otro lado de la pantalla.

Seguido a Livin´ On The Edge llegó la trilogía de Alicia Silverstone: “Cryin”, “Crazy” (y con él Liv Tyler y toda la historia de que Steven Tyler no sabía, hasta poco antes de grabar el video, que Liv era su hija) y “Amazing”, un video que se consideró vanguardista para la época por dos cosas: hablar de realidad virtual y la escena de Alicia Silverstone teniendo sexo en una moto a 120 kph por la autopista.

Cada video superaba al anterior y su éxito radicaba en los temas que se tocaban y en la manera de ser contados. Eran historias divertidas e irreverentes sin falsas aspiraciones ni pretenciones estéticas. Rock puro y duro. Era la época en que te podías sentar a ver música en televisión porque no existían los Reality Shows y MTV servía para algo.

En resumen, gracias a MTV, el que todavía no sabía quién era Aerosmith (como yo) ahora sí lo sabe.

“Livin´ on the Edge”:

 

“Cryn”:

 

“Crazy”:

“Amazing”:

TAIMA: A todas estas, todavía no sé cómo es que Jeff Beck no ha demandado a Aerosmith por plagio por “Livin´ On The Edge. Escuchen “Mr. You´re a Better Man Than I” de The Yardbirds.

4) Sin MTV:

Los éxitos de Aerosmith apoyados por la promoción de MTV continuaron hasta 1998, cuando por desgracia de los infiernos y como prueba de que Dios nos odia, llegó su primer número 1: “I Don´t Wanna Miss A Thing”. Una canción compuesta por Diane Warren, que en principio le dieron a Celine Dion para que la grabara para la película “Armaggeddon”, y dijo que no. Se la ofrecieron a U2 y también se negaron. Ni siquiera habían pensado en Aerosmith hasta que contrataron a Liv Tyler para actuar en la película, y fue entonces que decidieron dársela. Según Joe Perry, solo tenían tres días para ensayarla y grabarla, y como estaban de gira (con el disco Nine Lives) no tenían tiempo de ponerse a componer algo mejor.

Los discos Nine Lives y Just Push Play también vinieron acompañados de videos que buscaban igualar a los del Get A Grip. Pero ya MTV venía realizando cambios en su programación, que terminaron por desplazar al rock tradicional. Por un lado, le dieron más espacio al pop chicloso (Britney Spears, Backstreet
Boys, Limp Bizkit) y por otro, un ensayo llamado “Reality Show”, que hoy en día ocupa las 24 horas de la parrilla de todos los canales de la televisión por cable en todo el planeta.

Después del Just Push Play, Aerosmith se mantuvo de gira çhasta el año 2006, cuando finalizaron el tour del disco de blues Honkin´ On Bobo. Ahí, empezó la maldición que casi los acaba. Joey Kramer venía de superar una depresión que lo perseguía desde la época del Get A Grip y que se terminó de detonar con la muerte de su padre. Tom Hamilton fue diagnosticado con cáncer justo en medio de una gira. Brad Whitford se golpeó la cabeza bajándose de su Ferrari y tuvo que ser ingresado al hospital. Joe Perry fue operado de las rodillas so pena de pasar en una silla de ruedas el resto de su vida. Y Steven tuvo que ser operado de las cuerdas vocales y de los tobillos.

Todos lograron superar sus obstáculos y salir vencedores. Menos Steven. Gracias al tratamiento de recuperación de sus operaciones, él se había reencontrado con un viejo amor: las pastillas para los dolores. El mismo Steven reconoció en un show de David Letterman que llegó a un punto en el que iba a “Clínicas para el Dolor” con cualquier excusa, con tal de que le recetaran Lunesta, y de ahí llegar a su casa a machacarlas y esnifárselas.

En 2009 la banda tocó fondo. Steven Tyler venía de caerse de una tarima en pleno concierto, ocasionándose serios daños. A ninguno de la banda le importó. Nadie fue a visitarlo a la clínica. Nadie lo llamó para preguntarle cómo se sentía. Todos estaban molestos con él porque sabían que lo que le había pasado era andaba en drogas otra vez.

Lo consideraban, en el mejor de los casos, un irresponsable. Él, dolido con ellos, ya había decidido abandonar la banda al terminar la gira. Al terminar un concierto en Dubai, anunció que se dedicaría a trabajar en su marca “Tyler”. Empezaron las historias de que la banda buscaba nuevo cantante, apoyadas por la entrada de Steven como jurado a American Idol. Todo parecía estar escrito para Aerosmith, hasta que el manager llegó con una maleta llena con $20 millones de dólares y la oferta de hacer 12 shows en Latinoamérica y fue entonces cuando, de pronto, recordaron todo el amor que se tenían.

El show en Venezuela fue histórico por varias razones. No solo porque fue el primero que dieron en el país -aunque hasta el año 1998 apareció en su página www.aerosmith.com un show de 1994 que finalmente no ocurrió, quizá por la quiebra de la banca venezolana), sino porque representó para ellos la reconciliación, la confirmación de que seguían juntos porque seguían creyendo en la música, en los fans. Y en el dinero. Aparte, representó la segunda visita de Joe Perry a nuestro país. En el aeropuerto de Maiquetía, tuve la oportunidad de decirle “ya han pasado 30 años… bienvenido otra vez a Venezuela”. Estoy seguro que en ese momento no entendió nada. Pero después en el concierto sí dijo “es bueno estar de vuelta después de 30 años”. Y no menos importante, fuimos testigos del primer solo de batería de Joey Kramer después de más de 20 años. Él cuenta en su libro que él siempre solía hacerlo en los conciertos, pero a finales de los años 80 eso pasó a ser tan cliché que ya era casi cursi, y que no había vuelto a hacerlo desde entonces.

Steven Tyler cayéndose de la tarima:

 

Joe Perry llega a Caracas 2010:

 

Aerosmith en vivo, Singapur mayo 2013:

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Periodista radicado en Madrid.

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