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Entrevistas

‘En Venezuela hay más instituciones, fundaciones y críticos estrellas que mercado de rocanrol’

Alvaro Segura se junta al sentimiento de los Zapato 3 en el exilio. Desde Miami, junto a su hermano Carlos y a Jaime Verdaguer, el 60% de los ex – integrantes de la banda sacan cuentas de sus dos años de vida primermundista.

Por Rufi Guerrero

A inicios del 2000, de forma sorpresiva Zapato 3 le dijo fin a su carrera. Aunque el episodio se veía venir, la separación resultó un poco traumática de cara al público. Alvaro Segura y Jaime Verdaguer partieron rumbo a Miami, un poco después se les junto el otro Segura, Carlos, quien primero había intentado radicarse en Milano (Italia).

Fernando Batoni, el bajista de la agrupación y quien permaneció en Venezuela dándole vida nuevamente a ‘La Hermandad’, pareció ser el que resultó más dolido de toda la separación. Versiones iban y venían, pero muy probablemente nunca sabremos porque se separaron. Solo hay algo seguro, aunque lo oculten, entre ellos se extrañan.

Desde el 2000 al 2002 ¿Qué ha cambiado en la vida de los Zapato 3 en el exilio?
Alvaro: Primero, ya no somos Zapato 3. La diferencia es bastante si tomas en cuenta que además ya no vivimos en Venezuela. Creo cada quién le ha dado más importancia a lo personal que al hecho de estar una banda de rock que tuvorelativo éxito y aunque cada quién tendrá su opinión al respecto, yo particularmente no cambiaría esta vida por nada del mundo.
Jaime: En realidad viviendo en los EEUU no se siente mucho la diferencia de pertenecer o no a una banda como Z3. Es cierto que fuimos muy conocidos, no sólo en Venezuela, pero de allí a que te reconozcan en la calle en Miami u Orlando hay un trecho largo. Mi forma de vida no ha cambiado mucho, sigo teniendo los mismos amigos, sigo trabajando en lo que me gusta, de vez en cuando escucho algún disco de Z3 pero sin ningún tipo de nostalgia ni nada por el estilo.

Hay muchas versiones sobre la separación de Z3, pero hasta ahora, no hemos tenido una especie de ‘razón oficial’
A: Creo que la ruptura era natural: cansancio, tiempo, necesidad de cambio, necesidad de medirnos en otras áreas, con otros músicos, en otras tierras… Algo absolutamente cero pasional.
J: Creo que nadie dijo nunca hasta aquí, fue natural, una especie de deshielo polar, las cosasempezaron a caer por su propio peso.
A: El fin llegó solito. Yo de alguna manera estaba un poco harto de la movida caraqueña, del underground y de su gente. En Venezuela hay más instituciones, fundaciones y críticos estrellas que mercado de rocanrol, sentí que todo estaba muy viciado y si a eso le sumas que se nos abrieron grandes oportunidades en estas tierras…
J: Cada quién se arrancó poquito a poco, como quizás tu también algún día harás tus maletas ya sea para USA o para otra parte. Cuando te asfixies y te des cuenta que carajo haces viviendo en Venezuela, cuando un día te levantes y digas ‘!Ya toque techo en este país!’.

¿Mantienen contacto con Fernando Batoni?
A: Carlos y yo no mantenemos casi ningún contacto con él.
J: A mi me gustaría saber un poco más de él pero no mantenemos ningún tipo de contacto, él siempre será mi pana, eso no ha cambiado ni cambiará.
Carlos: Todavía no ha cruzado palabra conmigo desde que salí de Caracas.

Y desde que terminó todo ¿no han hablado de lo que paso?
A: Zapato fue lo que tenia que ser, no podemos quedarnos en un solo proyecto eterno.
J: No he hablado con él, pero es cierto que por mi parte siento que esa conversación quedó pendiente.

¿No hay algo que querrían decirle en estos momentos?
C: ¡Que me pague mis regalías! mis bolivarines devaluados, es una cuestión de justicia, de honestidad.
J: ¡A mí también me debe billete! Jajaja Pero yo le diría que anda perdido, que aquí tiene una casa donde llegar cuando quiera.

¿A qué se dedican en USA?
A: De todo un poco: diseño, broadcast TV, internet y por supuesto música. Yo soy diseñador y tengo mi propia compañía, inclusive he trabajado hasta en un video para Fieldy (Bajista de Korn).
J: Yo sigo trabajando en lo mismo como Ingeniero de Sistemas, ahora mismo estoy desarrollando un software para manejar VOD (Video on Demand). Alvaro y yo tenemos un proyecto musical, pero aun no tiene forma, loúnico definitivo es cero prejuicios, ya estamos bien grandecitos para ponerle etiquetas a cualquier proyecto que empecemos.
A: Es relajado y descomprometido, sin ambiciones comerciales en absoluto. Tiene algo de jazz y de trip hop con un poco de rocanrol. Estamos en un momento nostálgico con respecto a la música, amamos cada ritmo que nos ha influenciado en nuestras carreras.
C: Yo me dedico a la producción y el copywriting. Ando absolutamente retirado de la música. No me imagino siendo músico nuevamente, lo borré de mi disco duro, es una carrera muy dura e ingrata.

¿Han oído algo de las últimas producciones musicales de Venezuela?
J: Es difícil conseguir cosas de Venezuela por Internet que es lo que tengo a la mano, el disco de Caramelo de Cianuro tiene cosas interesantes, ciertos pasajes me recuerdan a antiguas épocas de Zapato, creo que van por buen camino. Pero ciertamente el vacío que dejamos creo que musicalmente no ha sido llenado aun, no se si sigan habiendo girasserias con buena producción como solíamos hacer, no se que tan serios sean los nuevos proyectos de las agrupaciones venezolanas.

¿Qué música escuchan en la actualidad?
C: Me gusta Hotel Costes de Pompougnac, también el nuevo de Prince que es bien jazz. Me gusta el lounge y por supuesto el rock, vimos AC/DC y nos quedamos locos. El nuevo de Chris Isaac está bien pop, me gusta, pero nada de trance y house, eso está muerto en el mundo. En mi último viaje a París no vi nada de eso, los Djs están todos en Caracas.
J: Por mi lado sigo pendiente de algo que mellame la atención realmente, luego que conoces un poco de la tecnología que hay detrás de las producciones de hoy en día te vuelves un poco mas exigente.
C: El regreso del rock y las bandas en general está muy fuerte en el mundo. Nada de Master at Work, Dj Sutano ni nada. Eso es allá (En Venezuela). Acá AC/DC, Sade, Depeche Mode, The Cult, siguen metiendo 20 mil personas en un lugar. Vi a The Cure en Milano ante unas 25 mil personas, mientras que Dimitri From Paris toca en una disco.

¿Dejaron amigos en Venezuela?
J: Por mi lado mis amigos son 2 o 3, el resto son conocidos, pero gracias a dios, enemigos no tengo.
C: Cumplí 33 años el 3 de marzo y vinieron a la casa Elí Bravo, Guillermo Zambrano, mi hermano y varios amigos más, estoy en contacto con los que me intereso. Mis panas se mantienen incondicionales, los mismos… menos Batoni.

¿Y que dicen de Luis Villapol? ¿Sigue siendo el fan número 1 de la banda?
J: Él sigue siendo mi pana y le mando saludos.
C: Ese carajo nunca fue nuestro manager, es un bicho. Jamás fue nada mío, sólo un estorbo.

¿Cómo ven la situación social del país?
C: Pésima, no conozco los billetes de 20 mil, ni las condiciones en las que vive la gente. Sé que los sueldos son muy bajos y la gente tiene rencor, complejos y eso es malo porque crea envidias.
J: Es realmente lamentable lo que esta pasando Venezuela, pero la culpa la tienen los venezolanos, más nadie. La única forma que el país se arregle es mandando a todos los venezolanos afuera y repoblarlo completamente.

¿No queda alguna esperanza de volver a ver a Zapato 3 en el futuro?
C: Yo quisiera hacer un reencuentro y grabar un disco en vivo.
J: A mí que me avisen, yo me monto es ese autobús.
C: Pero tipo Menudo, reencuentro y despedida. Me voy, ensayo 15 días y giró 15 días. Yo creo que le debemos un concierto de despedida a los panas que realmente nos quisieron… pero eso será cuando Batoni se contente.

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