Por Andrea Daly
Fotos: Jhon Scarso / SCARSO.NET
El virtuoso y reconocido guitarrista norteamericano, Steve Vai, se presentó, por primera vez en Venezuela, el pasado primero de diciembre en el Anfiteatro del Centro Comercial El Sambil, como parte de su tour “The Story Of Light” que promociona el más reciente álbum del artista.
A las 7:30 p.m. dio inicio el show, sin presentación ni palabras de inicio, con el barquisimetano Felix Martin, reconocido por el diseño de una guitarra de 14 cuerdas. Luego de interpretar un tema y querer saludar al público, se encontró con una audiencia que a gritos comentó que la guitarra no se escuchaba y tampoco la voz del artista venezolano.
Luego de solventar las fallas, Martin agregó que llevaba 2 años fuera del país y esta presentación era la primera en Venezuela. Junto a Jorge Rojas en el bajo y Mario Rodríguez en la batería, fueron el preludio a la presentación de uno de los mejores guitarristas que existe actualmente.
Ya para las 8:00 p.m., Martín había bajado de tarima y los quince minutos necesarios para afinar detalles en tarima aumentaban la emoción del público. Un par de notas fue lo que se escuchó y la audiencia aplaudió, se levantó de sus asientos.
En el background de la tarima, se encontraba la portada del álbum The Story Of Light. La mitad de un rostro contorneado, con cabello marrón y unas flores rosadas. Al comenzar el show, el ojo del rostro reflejó una luz que apuntó al artista el cual apareció entre mucho humo y, sin mediar palabras, comenzó a tocar su instrumento.
Steve Vai, quien subió al escenario con un sobretodo negro y un sombrero de igual color que tenía una florecita roja, solo necesitó un par de notas para que el público se levantara y aplaudiera. Un performance que incluyó paseos por tarima, bailes y caras cómicas mientras llegaba a las mejores notas de sus temas.
Luego de “Rancing The World”, el reconocido neoyorquino dedicó unas palabras a los fans, a los cuales les comentó “Veo que algunos están sentados, otros levantados. Está bien porque vamos a tocar por como 6 horas”, el público respondió con aplausos, a lo que Steve agregó “Vamos a ver si se sienten iguales en 4 o 5 horas”.
Uno de los primeros (y de los muchos) cambios de guitarra que realizó fue por una guitarra con leds azules con la que interpretó “Velorium”, “Building The Church”, “Tender Surrender” y “Gravity Storm”.
Posteriormente, Steve deja la tarima y la cede a Dave Weiner, guitarrista que lo acompañó durante todo el concierto y también se encuentra promocionando un nuevo álbum, quien realizó un solo con una guitarra acústica que se ganó los aplausos de los asistentes.
Luego de un cambio de ropa, Steve apareció en tarima con un chaleco negro y una camisa para interpretar “Weeping China Doll”, “Answers” y “The Animal”.
“¿Están pasándola bien?”, preguntó a lo que el público, vigorosamente, respondió que sí, “nosotros también, muchas gracias”, agregó. Y parece que a Steve le gustó el lugar donde se hospedaba ya que comentó que estaba en la piscina y podía ver la playa y elogió a Venezuela comentando que “Están viviendo en un paraíso, ¿sabían?”.
Después de algunos temas donde bailó en la tarima, hizo muecas mientras tocaba y mostró esa sensación de que está disfrutando el show tanto (o más) que la audiencia.
Cedió nuevamente la tarima a uno de sus músicos, esta vez a Jeremy Colson (baterista) quien realizó un solo de batería que se ganó el aplauso del público.
Cuando Vai sube a la tarima para interpretar “The Ultra Zone” con un tercer cambio de ropa, fue recibido con un público asombrado por su traje, ya que adoptó el modo robot y se llenó un traje de luces led, al igual que su guitarra y en sus dedos. Personalmente pensé que debió ser complicado tocar tan aparatosamente, pero no. Steve Vai interpretó sus notas con una facilidad que uno se queda loco.
Luego de la parte robótica de la noche, volvió a un traje sencillo negro y agradeció nuevamente a la audiencia. “Vamos a hacer una nueva canción, aquí con ustedes, para que vean que no es difícil”, dijo.
Vai seleccionó a tres personas del público, Carlos, Juan y una chica a la cual no se le entendió el nombre. Tanto fue así que Vai le comentó “puedo llamarte Susan?” y la mujer le dijo que no, por lo que siguieron intentando pronunciar el nombre.
La idea era que cada uno diera un ritmo a uno de los músicos. Carlos a la batería (quien fue aplaudido por Vai ya que parecía hacerlo bien), Juan al bajo (a lo que Vai comentó “Me gusta”) y la chica estuvo presente para una que otra broma del artista pero el encargado de hacer el ritmo de la guitarra de Vai fue Carlos nuevamente. Como nota personal, creo que Vai se molestó porque no le dejó llamarle Susan.
El punto es que, luego de crear un ritmo “funky” que sonó bastante bien, le demostraron al público que no es difícil crear un nuevo tema.
Luego de par de temas, el guitarrista cerró con “For The Love Of God”, agradeció al público y bajo de la tarima. Una audiencia que gritaba más llevó a Vai nuevamente al escenario para un tema más, cerrando definitivamente con “Tarus Bulba”.
El concierto de Steve Vai en Venezuela estuvo marcado por muecas, bailes y unos músicos que llenaron la noche de notas limpias y un performance excelente. La personalidad extrovertida de Vai le permite dar un show que llena las expectativas y divierte a los asistentes. El concierto fue gracias a Profit Producciones, que colocó una tarima sencilla y unas pantallas laterales que solo decían “Steve Vai”, ya que no reprodujeron el concierto. En un estimado se podría hablar de 1500 personas que asistieron.
