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Por: Alberto Vento
Terminada abruptamente la gira de presentación de Dynamo, los tres miembros de Soda Stereo tomaron destinos disímiles. Gustavo se fue a vivir a Chile con Cecilia Amenábar, quien era para entonces su nueva esposa. Una vez en Santiago, desarrolló su primera placa solista, o solo cómo la llamó en alguna oportunidad: Amor Amarillo.
Amor Amarillo comprende varios temas que exploran el amor desde un punto de vista no acostumbrado por el artista. Varias de las canciones están inspiradas en la próxima paternidad del artista. Fue hecho en su integridad por Gustavo, con la colaboración de algunos amigos habituales de Soda Stereo, incluida la participación de Zeta Bosio y la propia Cecilia. La desaparición de los ritmos básicos, habituales en sus composiciones, es la principal consecuencia de esta decisión.
En el álbum es una declaración de principios que contribuyen a definir el sonido tan característicos de sus posteriores trabajos como solista: “Lisa”, “Te llevo para que me Lleves” y “A Merced” son ejemplos de cómo Gustavo logró conjugar a la perfección la electrónica con instrumentos acústicos. “Pulsar”, nos seduce con el uso adecuado de los samplers y cajas de ritmos, tan en boga para el momento.”Bajan”, tema original de Luis Alberto Spinetta, ídolo de la infancia, más que un homenaje, al igual que toda la placa, representa la búsqueda de la libertad, un anhelo que con los años se traduciría en la ruptura de su banda y la conformación de una alabada carrera en solitario.
Cuando se publicó, Amor Amarillo no fue bien recibido por los fanáticos de Soda Stereo, aun más en aquellos quienes habían acompañado al grupo desde el inicio de su carrera. Gustavo fue acusado de disparar incertidumbre en el futuro de la banda. Muchos años después, es recordaba como el mejor de sus trabajos en solitarios. Su sonido introspectivo, íntimo, cargado de acordes abiertos, melodías dulces y metáforas imposibles lo convirtieron en una pieza destacada de la discografía de Gustavo, incluyendo su participación en Soda Stereo. Es quizá el álbum editado en solitario más alabado por sus fanáticos y representativo de su genio y corazón, el cual, pese a la tragedia, no deja de pulsar.