Por Luis Bond
De todos los géneros cinematográficos, el terror es el que peor envejece. Lo que nos daba miedo hace 10 años, hoy en día no nos quita el sueño. Salvo contadas excepciones, las películas de terror siempre son devoradas por el tiempo. Revivir un clásico del género es una labor complicada: son pocos los realizadores que han salido airosos de dicha tarea (sobre todo si se trata de un clásico de culto). Evil Deadrevive el horror de su predecesora y lo traslada a nuestra época, 30 años después, actualizando muchísimas cosas, pero logrando su cometido: asustarnos yshockearnos hasta más no poder (hasta el punto de ya causar tensión con solo ver el tráiler, algo que pocas veces pasa).
La historia, al igual que muchas películas del género, comienza cuando un grupo de chicos decide irse a una casa en el medio del bosque a pasar unos días. La razón del aislamiento es que Mia (Jane Levy) ha decidido dejar su adicción a la cocaína con el apoyo de sus amigos y su hermano. Todo parece ir bien, hasta que consiguen debajo de la casa un cuarto lleno de animales muertos y objetos que dejan claro que se ha realizado un ritual de magia negra en el lugar. Como era de esperarse, la ceremonia no venía sola: los chicos consiguen un libro envuelto en alambres de púas que está maldito. Uno de los protagonistas cede a la curiosidad y lo abre, sin darse cuenta comienza a hojearlo y recitar una suerte de encantamiento que llama a un espíritu maligno que toma posesión de Mia. Desde ese momento, siguiendo las convenciones de cualquier film de horror, la chica poseída comienza a cazar a los personajes uno a uno, la salida del lugar es imposible y el horror va de manera ascendente sin parar.
Es difícil no establecer paralelismos cuando se trata de un remake, pero Evil Dead, sin importar su fidelidad con el contenido original, logra algo cada vez más difícil en estos tiempos: asustar al público. Omitiendo todos los sobresaltos que nos causa el montaje, la música y el monstruo, la fortaleza del film está en todas las imágenes de horror que logra crear. Personas desmembrada, sangre, vómito, cortadas, gente desfigurada, quemaduras: la película tiene un catálogo de escenas goreque dejan a la franquicia de Saw en pañales. Así, por momentos estamos asustados por la tensión de las figuras demoniacas y en otros ratos estamos al borde del asiento al ver como personajes se arrancan los brazos o realizan cualquier cantidad de acciones que dan grima. Lo mejor es que cada detalle de la producción está al pelo, al igual que Texas Chainsaw Massacre, Evil Dead no escatima en la calidad aunque haga un homenaje al cine B. No apta para estómagos sensibles, estén preparados para no dormir por un par de días.
Lo bueno: La puesta en escena de la película: desde la fotografía hasta los momentos gore todo está muy bien cuidado. La música estridente hace un homenaje perfecto al cine B, pero manteniendo el registro del terror. La actuación de Jane Levy: ya no podré ver Suborgatory de la misma manera. Las vueltas de tuerca del guión.
Lo malo: Los fanáticos de la original la van a odiar. La mayoría de las personas saldrán asqueadas con tanta sangre. Tal vez el final decepcione al espectador (cosa que no es rara en las películas de terror: si alguien se salva se molestan, si todos mueren también se molestan, es imposible complacer al público en este punto).
Veredicto: Evil Dead logra lo que se propone: revivir un clásico del cine de terror, actualizar su registro y asustarnos durante un buen rato. Al igual que cualquier adaptación literaria, si se compara con su fuente original sale perdiendo, pero no por eso deja de ser una experiencia aterradora. Es como una mezcla entre El exorcista y Saw, le doy 4/5.