Por Luis Bond
Para nadie es un secreto que Marvel se ha transformado en la gallina de los huevos de oro del cine. Cada franquicia de la casa de Stan Lee ha demostrado que todos los beneficios que pudieron sacar entre los comics, las series de televisión, figuras de acción y videojuegos pueden rendir mayores frutos cuando se transportan a la pantalla grande. A diferencia de DC Comics, cuyos intentos por trasladar sus historias al cine han sido casi siempre un fracaso (omitiendo la primera saga de Superman y las películas deBatman de Tim Burton y Christopher Nolan), Marvel ha sabido cómo adaptar a sus héroes al formato cine, contando génesis harto conocidas de una forma interesante. Casi todos los largometrajes de los súper héroes de esta casa editorial han tenido sus secuelas. Por si fuera poco, con la creación de la franquicia de The Avengers (y todas las películas que deben salir antes de crear secuelas) Marvel aseguró su supremacía en la industria cinematográfica por un buen tiempo. Pero como toda serie de películas, siempre se corre el peligro de pisar en falso y echar todo abajo. Por suerte, Thor The Dark World no es el eslabón débil de esta generación post The Avengers.
La nueva entrega del hijo de Odín se sitúa en el mismo universo de sus demás compañeros y transcurre después de los eventos relatados en The Avengers. Mientras que Thor lucha por restablecer el orden en los 9 Reinos que conforman su universo, ocurre una alineación planetaria que crea una serie de portales entre diferentes dimensiones. Jane Foster (Natalie Portman) estudia esta anomalía en la Tierra y por accidente cae dentro de un portal, absorbiendo en su cuerpo una sustancia sumamente peligrosa llamada Aether y que había sido llevada al exilio por los ancestros de Thor. Gracias a este acontecimiento, Malekith, un elfo oscuro procedente de tiempos inmemoriales, desata una implacable búsqueda, arrasando todo a su paso, para recuperar el Aether y así destruir todo. En este proceso, Asgard es atacada y en la desesperación Thor pide ayuda a su hermano Loki (Tom Hiddleston), quien estaba en prisión desde los eventos ocurridos en The Avengers y que ahora parece reivindicarse.
Al igual que Iron Man 3, esta nueva película de Thor está enmarcada dentro de la época oscura de Marvel. Tony Stark tocó fondo en su última historia y Thor no será la excepción, lo que hace que estas nuevas entregas de Marvel sean más maduras al profundizar en la psique de sus personajes más allá de la acción que proponen. Aunque su Director, Alan Taylor, se ha destacado por dirigir series de culto (Game of Thrones, Mad Men, The Sopranos, Rome, Boardwalk Empire)sorprende gratamente llevando a buen puerto una película llena de efectos especiales, acción y demás que dista mucho del mundo televisivo. Taylor dio la talla manteniendo la consistencia de las entregas anteriores de Marvel y asegurando el futuro de la franquicia. Ahora la cosa pinta difícil para Capitán América que es el siguiente en la fila y, probablemente, sea el eslabón débil en la cadena.
Lo mejor: ver de regreso a la hermosa Natalie Portman. Los momentos de comedia cortesía de Kat Dennings y Tom Hiddleston. Acción desde que comienza hasta que termina, nunca pierde le ritmo. El final dejará a más de uno boquiabierto.
Lo malo: la escena post-créditos no tiene nada que ver con The Avengers y la escena de epílogo tampoco aporta nada al universo de The Avengers o la franquicia de Thor.Los planos forzados para que las niñas griten al ver a Thor.
Veredicto: Marvello hizo de nuevo, Thor 2 mantiene la barra arriba como lo hizo Iron Man 3, es una película sumamente entretenida, llena de acción que no defraudará a los fans (y no fans). Comparando con su predecesora, si Thor fue un 4/5, Thor 2 tiene 5/5.