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Ghosts: I-IV – Nine Inch Nails

Por

Trent Reznor, amado, odiado pero de ningún modo invisible.

Después de que Radiohead le diera una patada en el culo a las disqueras con el lanzamiento de In Rainbows, ahora le tocó el turno a Nine Inch Nails, quienes después de una campaña en contra de todo lo que oliera a disqueras y contratos, han puesto este como su primera grabación bajo una licencia Creative Commons, lo que permite compartirlas y editarlas sin rollo, pero no para usos comerciales.

Siguiendo el esquema de sus trabajos anteriores en lo que se refiere a nombrarlos con el término HALO este sería el HALO 26, siendo lo primero que impresiona la cantidad de formatos para los cuales el disco fue puesto a la disposición de los fanáticos:

Combo 1: Descarga gratuita de los nueve primeros tracks del disco, en formato MP3, encodeados a 320 kbps, un PDF de 40 páginas con fotos y extras como wallpapers, iconos, banners, etc.

Combo 2: descargar todos los 36 temas en MP3 en 320kbps. El mismo PDF de 40 páginas y unaserie de extras.

Combo 3: $ 10 por un CD set de 2 discos, que además te da derecho para descargar el disco en las mismas condiciones que la opción anterior.

Combo 4: $ 75 con derecho a una edición de lujo, que incluye los 2 cds, un DVD con los archivos de audio en WAV en multipistas para poder editarlas y modificarlas como te pegue la gana, un disco Blue-Ray con las mezclas en audio de alta resolución, un libro tapa dura de 48 páginas con fotos y la descarga del disco en la forma que ya se ha explicado.

Combo 5: $ 300 por la edición ultra exclusiva-delux, con todo lo anterior + otro libro, 4 vinilos y dos láminas exclusivas, ¿el chiste? Son sólo 2500 firmadas por el mismísimo Trent Reznor. Lo malo es que ya está agotada por preventa.

Musicalmente hablando, hay que hacer la salvedad de que el disco (el completo) son 36 tracks instrumentales los cuales están divididos en 4 volúmenes de 9 tracks cada uno. Al oírlos, se da uno cuenta que es una continuidad a lo comenzadocon “Year Zero”, ya que al parecer aquí no se trata de construir temas en el concepto tradicional de lo que sería una canción, sino más bien de crear ambientes a través de múltiples capas de sonidos, y con un estilo de composición si se quiere progresivo, dejando un poco la dureza y rabia de sus anteriores trabajo en pos de una evolución musical que ya parece marca de fábrica.

El disco comienza con el track 1 del volumen I, el cual a través de un simple piano y arreglos ambientales, va poco a poco construyendo una atmosfera lúgubre que persiste en todo el disco. El track 4 trae un poco del NIN guitarrero que tanto conocemos, el cual junto a una tranquila batería, sale un poco del esquema ambiental que trae el disco en general. El track 7 y el 14 parecen directamente sacados del “Year Zero”, con guitarras procesadas y acompañadas de efectos que le sirven de trasfondo. El número 16 trae un sonido electro más acorde con los primeros discos de Reznor como NIN. Con el 22 pareciera tomarseun respiro al ofrecer una melodía alegre y marchosa a la vez, volviendo con el 26 a meter más fuerza guitarrera. Con el 32 el ambiente se hace algo intrigante, digno para soundtrack de algún thriller, cerrando en el 36 de la misma forma como comenzó, y dejándonos con la duda si lo que oímos fue real o lo imaginamos, para bien o para mal.

A Favor: La apuesta de Reznor en cuanto al futuro de la música esta vez fue grande. Los packs fueron diseñados justos para melómanos y fans de la banda, quienes sin duda pujarán por los dos últimos. Musicalmente es un disco con múltiples atmósferas, lo cual puede ser una ventaja al poder encajar en diversos gustos musicales. Como siempre en los discos de NIN, la calidad de la grabación es excelente.

En Contra: Un disco instrumental no es algo que aparezca muy a menudo y menos que encaje en el gusto común, por lo que aunque es un trabajo oficial de la banda, tal vez quede como una mera curiosidad y más nada. Los ambientes en los tracks, aunque muy logrados, en algunas ocasiones tienden a parecerse tal vez demasiado, perdiendo identidad entre uno y otro.

Veredicto: Aquí no se trata de decir si esto es bueno o malo, lógicamente para bandas como NIN, quienes tienen un peso en el ámbito musical y una legión de fans construida a lo largo de los años, es más fácil hacer una jugada como esta, ya que siempre tendrán mucha gente dispuesta a seguirles y a oír su material. Para las bandas noveles seguramente les será un poco más difícil la cuestión, pero este capítulo apenas comienza y seguramente veremos que depara todo este nuevo camino que se está abriendo.

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Etiquetas: Nine Inch Nails

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