“Estoy cautelosamente optimista. También ansioso”. Mike Dirnt, el bajista de Green Day, responde así cuando se le pregunta cómo se siente a raíz de la mayor crisis de su banda jamás ha conocido por culpa de los problemas con el alcohol y los medicamentos del cantante del grupo, Billie Joe Armstrong, que le llevaron a una clínica de desintoxicación.
“Estoy muy contento de que todo vuelva a despegar”, continúa Dirnt refiriéndose al regreso de Green Day a los escenarios, que comienza oficialmente el próximo 28 de marzo en Chicago. “Sólo quiero asegurarme de hacer lo correcto”.
Dirnt ha explicado cómo vivió la crisis que tuvo Armstrong en Las Vegas cuando éste acabó el concierto 20 minutos antes de los previstos al grito de “Yo no soy Justin Bieber, hijos de puta” y la agitación emocional de ese día. “Fue muy tenso. Nos encerraron en una habitación durante unas seis horas. Nos quedamos como bloqueados”, cuenta. “Me sentía como una rata en una jaula. En un espacio reducido había mucha gente, algunos extraños para la banda”.
Dirnt se dio cuenta de lo serio del asunto. “Ya no actuamos como si tuviéramos 12 años, pero le dije, “vamos a hacer el tonto por ahí”. De alguna forma acabamos peleándonos en el camerino. La vida de Billie es la música y punto. Lo quiero por eso. Es una bendición tocar con mi mejor amigo y hacer todo lo posible para que la banda continúe. Pero hay momentos en los que nos sentimos como “¿De verdad hay que subir otra montaña más”?”.
Irónicamente, la crisis comenzó la misma semana que el grupo lanzó el primero de sus tres nuevos álbumes, ¡Uno!, ¡Dos! y ¡Tré! “Ni una sola persona me llamó para felicitarme por el disco”, cuenta Dirnt. “Todo el mundo tenía miedo de llamar y preguntar por la situación. Pasé por un poco de depresión. Gracias a Dios, mi esposa estaba allí para mí y ayudarme a procesar mis emociones”.
También asegura que el grupo siempre ha reflejado en sus canciones lo que viven. Así que seguramente este incidente estará presente el próximo trabajo. “Billie es honesto siempre. Sus canciones hablan de cosas de verdad”.
Fuente: www.rollingstone.es