Categorías: Discos

Reseña: “¡Uno!” – Green Day

Por Gabriel Mena

En la época que atraviesa la música actualmente, a las bandas y artistas en general, les resulta difícil (por no decir imposible) reinventarse para mantenerse sonando con buen material en el mercado, sin volverse repetitivos o aburridos. Sin embargo, Green Day parece haberlo logrado esta vez. Con el lanzamiento de su nuevo álbum, ¡Uno!(el primero de una trilogía de álbumes pensada a salir en intervalos de dos meses: ¡Uno! en septiembre, ¡Dos! en noviembre y ¡Tré! en enero), no sólo salieron de la sombra de sus dos últimos álbumes de opera Punk-Rock (American Idiot de 2004 y 21st Century Breakdown de 2009), sino que presentan un repertorio genial de 12 canciones (de 36 en total que traerá la trilogía) que recuerdan a ese sonido que los hizo famosos hace dos décadas, con reminiscencias a álbumes de la talla de Dookie o Warning.

¡Uno! es un álbum que suena bastante noventoso; tiene un sonido bastante fresco, y enérgico. Cada canción está cargada de los elementos que siempre han caracterizado a Green Day: grandes melodías entre riffs de guitarras, las armonías vocales tradicionales de Billie Joe Armstrong y Mike Dirnt, y la batería imparable de Tré Cool; todo esto repotenciado con un sonido más Rock´N´Rollero, muchos licks y solos de guitarra de Jason White (cosa que no era muy frecuente escuchar de Green Day antes), y guitarras y bajos más directos, con un aire vintage inconfundible.

Desde que inicia, el álbum te lleva por canciones que son como una patada en la cara, empezando con “Nuclear Family”, casi seguida por el himno “Carpe Diem”, luego hacia la mitad del álbum con una iracunda “Let Yourself Go” (que fue el 3er single promocional), y casi terminando con la brutal “Loss Of Control” o la rápida “Angel Blue”. No podían faltar, como se ha hecho característico en Green Day, canciones románticas (no baladas), como “Stay The Night”, “Fell For You” y “Sweet 16”, todas bastante buenas, con un ligero aire de Kerplunk, al estilo de la clásica “2000 Lightyears Away”. Tenemos también canciones con sonidos Pop/Punk vintage como “Kill the DJ”, la cual ha sido nombrada muchas veces por su sonido al estilo de The Clash, o “Troublemaker”, un poco más Power Pop, bastante pegadiza. Algo que llama un poco la atención es el hecho de que no incluyeron ninguna balada del tipo de “Boulevard of Broken Dreams”, “21 Guns” o “Macy´s Day Parade”, como ya se había hecho costumbre en álbumes anteriores, pero esto realmente no es un punto en contra, ya que le da una mayor cohesión al álbum, y mantiene el rush de energía que trae de principio a fin.

El disco, a pesar de estar cargado de la sencillez que Green Day siempre ha implementado en su música, es lo suficientemente variopinto como para dejar un buen sabor de boca. Si bien la promoción del álbum no fue exactamente la mejor (puesto que los dos primeros singles “Oh Love” y “Kill the DJ” no fueron del agrado de muchos fans, y a decir verdad, son de los puntos más débiles del álbum), realmente no decepciona al escucharlo, y realmente no puedo dejar de enfatizar lo mucho que recuerda a ese Green Day de la vieja escuela.

Cabe decir que no sólo la banda se lució con la grabación de este álbum, sino que además Rob Cavallo, quien ha producido todos los álbumes de Green Day (con excepción de 21st Century Breakdown) desde Dookie en 1994, realizó un excelente trabajo. En una entrevista que se le hizo a Cavallo en julio, comentó sobre la trilogía: “Mientras que ¡Uno!,¡Dos!, y ¡Tré! no son un álbum conceptual de tres discos (ya que cada álbum resalta por sí mismo), están unidos temáticamente. ¡Uno! representa más o menos las sensaciones y la emoción de prepararte para ir a una fiesta”, explica. “¡Dos!es acerca de estar ya en la fiesta, en las garras del alcohol, sexo, drogas y Rock N´ Roll. Y ¡Tré! Es más o menos como la mañana siguiente, cuando despiertas y tienes una reflección diferente sobre tu vida.” Así mismo, afirmó que ¡Tré! es el álbum que considera el más ambicioso de la trilogía, “con un final muy Beatlelezco”. Bajo la batuta de Cavallo, sólo se puede esperar que los dos álbumes por venir suenen igual, o incluso mejor que el primero.

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