Por Juan Carlos Ascanio
Muchas cosas pasan en una década. Una es la producción de uno de los álbumes más interesantes de la música alternativa contemporánea. Third es el gran regreso de la banda/leyenda Portishead. Entre dudas, incertidumbre, expectativas e incredulidad el trío de Bristol ha materializado su trabajo más ambicioso e innovador. Y eso es bastante decir.
El álbum plantea una ruptura parcial con el pasado. No hay nostalgia. “Plastic” es el único referente sonoro al material de los años 90, mientras que una de las principales características de Third es que Beth Gibbons, Geoff Barrow y Adrian Utley viajan a destinos musicales que hace 10 años no hubieran sido posibles. Así sucede con temas tan radicalmente opuestos como “Deep water” y “Machine gun”, donde visitan el folk y un denso sonido industrial en cuestión de minutos, siempre dentro de una actitud profundamente experimental.
“We carry on” merece una mención especial como uno de los mejores temas del álbum, manejado por una percusión enérgica, sintetizadores hipnotizantes y guitarras disonantes que acompañan a la siempre enigmática voz de Beth Gibbons. Otro tema para anotar en esa lista es “Magic doors”, una suerte de pop oscuro con un coro sumamente complaciente. La verdad es que cada uno de los temas que componen esta producción tiene algo particular que lo hace interesante, que lo diferencia del resto pero que, a la vez, le confiere un carácter de unidad respecto al álbum.
A Favor: Third es un álbum diverso, mucho más de lo que pudieron ser sus predecesores. Portishead logró una reinvención genial con un álbum minimalista, pero complejo; tranquilo, pero tenso. La voz de Beth Gibbons es, en definitiva, el elemento protagonista de la banda. Y la música le hace el honor con ritmos sólidos y melodías inexpugnables. Como la mayoría de las creaciones geniales, Third será un álbum de extremos: habrá quienes lo amen y habrá quienes lo odien. No se puede ser indiferente ante este producto y eso es definitivamente maravilloso.
En Contra: El final corta nota de “Silence” y el final en fade de “Hunter”. De resto, no hay nada de que quejarse.
Veredicto: Third no sólo supera las expectativas de una larga batalla contra el tiempo, sino que reafirma a Portishead como una de las bandas más innovadoras y geniales del panorama musical contemporáneo. Valió la pena cada día de espera.
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