Por Daniel Noboa
El viernes 11 en el nuevo local alternativo Circo Bar, ubicado en Sabana Grande, se presentó Fauna Crepuscular para unas 300 personas que llenaron el sitio a tal punto que después de un rato no se le permitió la entrada a más nadie.
Con cervezas a Bs. 1.000, y música que recordaba a The Fly y a los buenos tiempos de Espacio, todos los asistentes al local esperaron con ansias la presentación de la ya famosa banda.
Alrededor de la 1:30 de la mañana se montó Fauna Crepuscular arrancando el show con un tema nuevo perfectamente ejecutado. El sonido era excelente, se escuchaba la voz perfectamente, los teclados, los metales… las guitarras un poco bajas, pero bien.
El segundo tema de la noche fue Jodaska (que está rotando en las principales radios del país), con el cual la gente comenzó a animarse y a armar un pequeño pogo. De ahí en adelante todo fue una sucesiva descarga sonora que iba incrementando cada vez más el buen feeling tanto entre la banda como entre el público.
Rozando en su nueva versión punk emocionó a más de uno, sin embargo nos quedamos esperando a que el tema terminase de estallar, cosa que no sucedió (si le suben un poco el tempo al tema sería ideal).
Birra hizo corear a todo el local y puso a Leo (vocalista)a escupir cerveza. Germán el Depravado demostró lo técnicamente perfectos y súper acoplados que están los metales de la banda.
Por supuesto el final del show fue Sillicon Valley como ya ha sido costumbre en sus últimas presentaciones. Lástima que no tocaron el tema Descargar de Sentimiento Muerto. Faltó, en serio faltó.
Al día siguiente, en el mismo local, con el mismo lleno total y a la misma hora se presentó Skatz. Para los que no lo saben esta banda se ha convertido en una de las más importantes de la movida underground, participaron en el Festival de Nuevas Bandas 2001 y ganaron el Festival James D. Morrison en Doors hace unos meses.
La fuerza de Skatz en vivo es impresionante. Skacore que va desde Migthy Mighty Bosstones hasta Voodoo Glow Skulls pasando por sonidos totalmente metalero-comegato (¡con saxofón y trombones incluidos!) forman parte de las influencias sonoras de la banda.
Marcel, desde la voz, alentaba al público a caerse a golpes en la olla y éstos le hacían caso mientras los metales engrosaban el sonido consiguiendo de esta manera que todos los asistentes disfrutaran a plenitud cada uno de los temas de la noche.
La versión de Prejuicios de Sentimiento Muerto con un párrafo de Políticos Paralíticos intercalado hizo que la olla se convirtiera en un lugar peligroso para estar.
El concierto no pudo ser mejor, demasiada cabilla. Esta banda no tiene casi nada de “ska” y sí tiene mucho de “core”, muy bien por eso. Una nueva y excelente alternativa entre tanta música rancia que anda rodando por ahí en estos tiempos.
En cuanto a Circo Bar, es un buen sitio. Quizás la única crítica (constructiva) es que deberían bajarle el precio a las cervezas. Por lo demás muy bien, el sonido del lugar excelente y hasta los seguridad tratan bien a la gente.
[osp]3.5[/osp]