Por Rufi Guerrero
Parecía que se iban a quedar cuadrados en ese grupo de bandas venezolanas que desaparecían justo cuando se suponía que iban a dar el salto definitivo al éxito (LaMuyBestiaPop, La Leche, etc), pero sorpresivamente volvieron con un baterista, disco nuevo y una disquera dispuesta a hacer realidad sus sueños de fama. El A-gogo maldito que los dio a conocer desaparece poco a poco y el sonido se va tornando un poco más pop, ahora hasta con temas en inglés. Con ustedes, la única banda que queda en Venezuela con un vocalista con carisma y un bajista realmente académico, uno de los pocos sobrevivientes de los 90s: La Puta Eléctrica.
A Favor: Quizás madurez no sea la palabra exacta para definir el cambio que experimenta La Puta en este disco, aunque sí se puede notar que el sonido es más compacto y sólido que antes. Si bien es cierto que el A-go go maldito parece haber quedado muerto y enterrado, algunas canciones siguen con la misma furia intacta característica de Norton. Aunque las melodías pueden parecer un poco fresas para la crudeza que transmitían en la placa anterior, el nuevo sonido de la banda puede ser un poco más digerible para algunos oídos, a veces este punto es primordial si no se quiere estar tocando siempre para las mismas 20 personas. Canciones como Estaciones, 00, Reloj, Misión Fantasma y Estafador de Abismos son una prueba de que la banda no pierde su contundencia.
En Contra: La nueva Puta Eléctrica puede provocar un shock bastante profundo en sus acérrimos seguidores. Canciones como Mentiras Embrujadas y Tu Mirada perfectamente servirían para una novela ochentosa protagonizada por Catherin Fullop y Eduardo Capetillo, si querían lograr temas empalagosos, cumplieron con creces su objetivo. La única canción fusionada del disco es El Turpial, un tema en el que incluyen percusión y que quizás hubiese sido mejor dejarlo fuera del disco. A juzgar por su diseño gráfico, el disco parece editado en 1963, pero para compensar, trae un póster de la banda ¿Es eso bueno o malo?
Veredicto: Este es el típico disco que podría tener mil lecturas. Si se analiza solo este trabajo y no la trayectoria de la banda, habría que pensar que aquí hay un producto potente, simpático y pegajoso que podría convertirse en un éxito radial. Los que conocen a La Puta desde hace más de 2 días, seguro que, como mínimo, atravesaran un trance emocional luego de escucharlo. Es mejor que cada quién lo oiga y emita sus propias conclusiones.
[osp]3.5[/osp]