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10 historias de Little Richard – El hombre que parió al rock n’ roll

El padre del rock ha muerto. Nosotros lo mantenemos vivo contándote sus 10 mejores historias.

little richard
Foto por Hiroyuki Ito del The New York Times

El 9 de mayo de 2020 lo empezamos con la noticia de que Little Richard había tocado su última nota. Un cáncer en los huesos nos arrebató al autor de la banda sonora de los últimos 70 años. Al que inspiró a una generación políticamente correcta a rebelarse, a salir de su silencio y gritar, pero sobre todo a bailar. Al que enseñó a cantar Paul McCartney, a moverse a Mick Jagger, a vestirse a Elton John, y a Jimi Hendrix a darlo todo en tarima. Con solo tres canciones cambió la historia de la música y, con ello, la historia reciente de la humanidad. Little Richard fue el hombre que parió el rock n’ roll.

Aquí te dejamos 10 de sus mejores historias para que despidamos en grande al más grande.

1) Little Richard era el rock n’ roll desde mucho antes de que se inventara. Nació en 1932 en tiempos de la Gran Depresión, en Macon, Georgia, uno de los pueblos más pobres del sur de Estados Unidos, en momentos en que lo peor que te podía pasar era nacer negro, pobre y en Georgia, la cuna del nacimiento del Klu Klux Klan y la segregación racial norteamericana.

2) De todos sus hermanos, fue el único que recibió clases de piano y que se dedicó a la música. Desde niño jugaba a ponerse la ropa y maquillaje de su mamá. Su padre lo botó de la casa a los 15 años porque, entre otra cosas, no lo obedecía y no soportaba su personalidad afeminada y extrovertida. Su papá le advertía: “Richard, yo he tenido 7 hijos varones, y no vas a venir tú a estropearme la historia”. Fue el primer artista de la historia de la música en reconocer que era gay.

3) Richard Wayne Penniman era su verdadero nombre, y no la pegó a la primera como solía pasar en aquellos tiempos de nacimiento del rock ‘n roll. De 1951 a 1952 grabó para RCA Victor y Peacock Records, pero solo pegó una canción en Atlanta y no pasó más nada. Frustrado y aún más pobre de lo que ya era, aceptó un trabajo como lavaplatos en la línea de transporte Greyhound. Mientras lavaba ollas se le ocurrió la música y la letra de Tutti Frutti: “A-wop-bop-a-loo-bop-a-wop-bam-boom!” ¿Qué significaba esa parte? “La gente no tiene idea, ni yo tampoco”, respondía en las entrevistas. “Tutti Frutti” salió a finales de 1955, y entre ese año y 1957 grabó las otras dos piedras fundacionales del rock n’ roll: “Good Golly Ms Molly” y “Long Tall Sally”.

Foto: Alonso Gonzalez/Reuters

4) Luego de pegar sus tres grandes canciones más grandes, pasó de ganar 15 dólares cada fin de semana, a ganar 10.000 USD por hora. El cambio en su vida fue tan drástico que, a su regreso de una gira por Australia, decidió dejar la música para dedicarse a tres cosas importantes: aprender a leer, escribir y contar.

5) Fue el mentor y modelo de todos los músicos que vinieron después de él. Jimi Hendrix fue su guitarrista hasta que lo botaron por llegar tarde a los conciertos y querer robarse el show en tarima. Billy Preston fue su tecladista desde los 14 años. James Brown fue su corista luego de que lo soltaran de prisión y formara The Famous Flames. Incluso, cuando Little Richard no podía llegar a tiempo a un concierto, le pedían a James que se hiciera pasar por él. Total, nunca nadie había visto una foto del original y no podían decir que James era el falso.

6) Al principio de su carrera no dejaban que le cantara a los blancos. Y por el otro lado, no terminaba de encajar con los negros. Entonces, para poder cantarle a las mujeres blancas, se ponía maquillaje, cejas y peluca. Tenía que mostrarse lo más femenino posible para que lo dejaran presentarse frente a audiencias de blancos. De esa manera lucía “inofensivo” y así los hombres lo dejaban tranquilo. Fue el uso de las pelucas, el maquillaje y los accesorios lo que construyeron el Little Richard andrógino y extravagante que todos recordamos. A David Letterman le dijo que “en mi época no es que yo me vestía extraño, es que muchos hubiesen querido vestirse como yo me vestía, pero estoy seguro que ni siquiera sabrían cómo hacerlo”. Una vez lo metieron preso en El Paso, Texas, y el policía no sabía en qué casilla de género ubicarlo, masculino o femenino, y le preguntó ya sin saber qué hacer “¿Pero qué eres tú?” y él le respondió “¡No lo sé! Yo sé que soy algo pero no sé qué!”.

7) Él y Elvis eran grandes amigos. No solo Elvis fue uno de los primeros en grabar una versión de “Tutti Frutti” (que fue el lado-b de Blue Suede Shoes), sino que también era su más alto fan. Little Richard recuerda que usualmente en sus conciertos, frente a la tarima, habían mujeres gritando desesperadas por un poco de su atención. Pero que en más de una ocasión, mezclado de incógnito entre ellas, encontró a Elvis también gritando y volviéndose loco por él. Mick Jagger también cuenta que cuando le tocaba compartir tarima a los Rolling Stones y a Little Richard, él se quedaba a un lado viendo todo el show para copiarle los movimientos y los gestos en escena.

8) “Yo quería ser famoso por una sola razón: para tener un Cadillac. El Cadillac más grande mi ciudad era el de la funeraria, y tenías que morirte para poder montarte en él. Así que yo decidí que tenía que ser una estrella para tener mi propio Cadillac sin tener que morirme”.

9) Los Beatles empezaron su carrera de la mano de Little Richard. Brian Epstein, el manager de los Beatles, trajo a Richard a tocar a Liverpool. Eran los tiempos de Love Me Do, y los Beatles nunca habían conocido a alguien famoso. Cuando se encontraron con él, se pelearon por la posición en la que iban a salir en la foto. Para que Richard aceptara ser su mentor, Epstein le ofreció que los Beatles fueran su banda, más el 50% de las ganancias de los discos que ellos vendieran. En su momento, Richard rechazó la oferta, pero décadas más tarde se reiría por no haberla aceptado. Él se llevó a los Beatles de gira a tocar en Hamburgo, Alemania, y los cuatro se quedaban durmiendo con él en el hotel porque no tenían ni para la la habitación. “Yo tenía que comprarles hasta los sandwiches para que comieran”, comentó en varias entrevistas.  Los Beatles eran su banda telonera, y para homenajearlo querían tocar sus canciones. “Paul quería tocar Good Golly Ms Molly solo para mostrarme que podía tocarla. Y John quería cantar Long Tall Sally… Pero si ellos tocaban mis canciones ¿entonces qué iba a tocar yo?” bromeaba en las entrevistas. Adicionalmente, cuenta que fue él quien le enseñó a Paul a aullar y a gritar bien, como en “Hey Jude” o en “Oh Darling”.

Foto: Getty

10) La vida de Little Richard estuvo llena de cuentos y anécdotas sobre su vida sexual. Él siempre supo que era gay, aunque en 1982 dijo que se había convertido “en todo un hombre” gracias a su iglesia. En realidad venía de una rehabilitación por alcohol y drogas -en las que se gastaba hasta 1.000 USD diarios-, que le sirvió para limpiarse de todo lo que él consideraba impuro. Sin embargo, él fue y vino varias veces. Y vivió para contarlo. Mientras estudiaba Teología en Oakwood College, en Georgia, el hijo del diácono denunció que Richard le pidió que se desnudara para él. En otra ocasión, la policía de Macon lo descubrió haciendo un trío dentro de un auto. En 2012, en una entrevista para la revista GQ, reflexionó sobre su orientación y dijo que él era “omnisexual… Todos somos al mismo tiempo hombre y mujer. El sexo para mí es como un buffet. Me sirvo de todo lo que me gusta”. Esta contradicción permanente entre su preferencia sexual y su religión, haría que por años Little Richard odiara lo que era. Pasó 30 años grabando discos de música religiosa que pasaron bajo la mesa, y que hizo solo para congraciarse con su Dios. Sin embargo, ya en sus últimos años, parece que había encontrado la respuesta a su dilema: “Yo he sido gay toda la vida, pero también sé que Dios es un Dios de amor, no de odio. Dios hizo a los hombres, hombres… y a las mujeres, mujeres. Pero Dios te ama seas lo que seas. Yo soy un pecador, pero todos hemos pecado…”.

La ñapa Bagre: 11) La letra de Tutti Frutti tuvieron que reescribirla varias veces antes de grabarla. En un principio, estaba dedicada a un conocido gay que tenía ese sobrenombre. La versión original decía:

Tutti Frutti, good booty
If it don’t fit, don’t force it
You can grease it, make it easy

Pero la disquera sabía que ninguna radio iba a poner esa canción con esa letra. Así que contrataron los servicios de Dorothy Labostrie para que la blanqueara un poco. Y después de varios borradores al final quedó:

Tutti Frutti, aw rooty
Tutti Frutti, aw rooty.

Los músicos que acompañaron a Little Richard en la grabación fue la banda de Fats Domino, formada por las leyendas Lee Allen y Alvin “Red” Tyler en los saxofones, Huey Smith al piano, Frank Field en el contrabajo, Justin Adams en la guitarra y Earl Palmer en la batería. Sólo necesitaron 15 minutos y tres tomas para grabar la canción que se convertiría en el himno del rock n’ roll por generaciones

“-¿Qué hubiera pasado con el rock n’ roll si no hubieras existido? ¿Crees que hubiera empezado antes o después?

– Yo creo que ni siquiera hubiera empezado”.

Little Richard Wayne Penniman – 1932-2020

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