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(Crítica) Oz el poderoso: las precuelas que funcionan

"Disney fue inteligente al no hacerle un remake a la franquicia del El mago de Oz (al menos no por ahora) y apostar por usar la fama de la original para crear un nueva historia en forma de precuela."

"Disney fue inteligente al no hacerle un remake a la franquicia del El mago de Oz (al menos no por ahora) y apostar por usar la fama de la original para crear un nueva historia en forma de precuela."

Por Luis Bond

Nunca he sido fanático del Disneyactual. La empresa tuvo su época dorada durante mi infancia con los éxitos que criaron a la generación de los 80 y 90. Prolongó su reinado con la inyección que le dio Pixar entrando al nuevo siglo y, en la actualidad, se ha transformado en una versión light de los dramas a lo Shakespeare como El rey león o la rudeza disfrazada de ternura de Dumbo. El Disney actual vive de la nostalgia por sus éxitos pasados y dejó de correr riesgos como Alicia en el país de las maravillas desde hace un buen tiempo. A pesar de esto, hay pequeñas islas que vale la pena visitar dentro de su filmografía más reciente y Oz el poderosoes una de ellas.

La película es la precuela de uno de los grandes referentes del cine clásico: El mago de Oz. La historia nos muestra a un joven Oz (James Franco) que lejos de ser un mago, es un ilusionista que se gana su vida armando un espectáculo con un circo ambulante. Al igual que la original, este mago se encuentra en Kansas cuando un torbellino lo transporta al mágico mundo de Oz. Al llegar, es recibido por Theodora (Mila Kunis), la hermana de la bruja malvada Evanora (Rachel Weiz), quien cree que Oz es el Oz de la profecía que vendrá a traer la paz en el reino. Lo que Theodora desconoce es que Oz es un farsante y un oportunista que sólo desea hacerse con las riquezas del lugar y engañar a todos haciéndose pasar por el famoso mago de la profecía. Como es de suponerse, las cosas se complican en la historia y Oz terminará luchando contra la bruja malvada, transformándose sin darse cuenta en el héroe que todos necesitan.

Disney fue inteligente al no hacerle un remake a la franquicia del El mago de Oz (al menos no por ahora) y apostar por usar la fama de la original para crear un nueva historia en forma de precuela. Ya películas como X-Men First Class o The Rise of The Planet of The Apes subieron la barra de esta tendencia cinematográfica de una manera increíble, superando y expandiendo el universo narrativo creado por sus sucesores en películas anteriores. Aplaudo deDisney salir del estereotipo del héroe bueno para optar por la figura del trickster,cosa que no ocurría desde Aladdín: el tipo que se las sabe todas y con su ingenio resuelve los problemas, un personaje que no se mueve por los motivos más loables, pero al final demuestra tener su corazoncito. Retrato actual de la sociedad y del héroe moderno, más terrenal, menos fantasía.

Lo mejor: Su puesta en escena teatral y homenaje al cine viejo. La actuación de James Franco, su carisma eleva la película al igual que su química con Glinda (Michelle Williams). El mono volador (Zach Braff) es de lo mejor. La vuelta de tuerca para unir todos los cabos y explicar el mundo de El mago de Oz.

Lo malo: Con todo y el cuento del antihéroe, se sigue notando la costura de Disney, en otras manos hubiese sido una película un poco más arriesgada. Ya por ahí preparan una secuela, sería una pena que se transformara en otra franquicia más. Si no compras el código teatral, puede parecerte medio boba en su puesta en escena.

Veredicto: Oz el poderoso es de esas películas que difícilmente puedan funcionar y terminan sorprendiéndote. Está más cercana al Disney mágico y épico de los inicios que a la empresa creadora de personajes e historias cursis de la actualidad. El tráiler no le hace justicia y creo que el sello de Disney jugará más en su contra que a favor. Por la grata sorpresa que resultó le doy 4/5.

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