Por Rufi Guerrero
Gillman siempre está en el ojo del huracán. Es el reclamo frecuente del Rock nacional en época electoral. Es frontal, directo y sincero. Lejos de su imagen controversial, en las distancias cortas es un tipo con el que se puede hablar de casi cualquier tema. Lamentablemente, los días que corren vuelven la conversación del venezolano en monotemática y así se vuelca esta entrevista.
La conversación estuvo en el aire unos días. “Como comprenderás, hasta el jueves 4 voy a estar de frente con la campaña” fue su respuesta a nuestra solicitud inicial. La mañana del sábado previo a las elecciones hizo un hueco para atendernos.
¿Qué opinas de la frase “Rock y política no se deben juntar”?
– El ser humano es un ser político, aquí todo el mundo tiene su opción política bien clara, que nadie me venga a decir que es “neutral” o “ni-ni”, eso es una falsedad. Falso es aquel que se mantiene en un closet para agarrar de aquí y de allá y hacerse el loco por conveniencia. El Rock es política y de esencia revolucionaria, ya que viene del sufrimiento y la humillación de los africanos traídos a la América como esclavos, pero que también trajeron sus tambores y alegría tribales que mezclaron con el Folk y que se convirtió en Blues, Gospel y finalmente Rock & Roll. A las pruebas me remito, simplemente con la figura de John Lennon basta y sobra.
En una entrevista que le hicimos, Félix Allueva habla muy bien de ti como músico por tu trayectoria y constancia ¿Participarías en un Festival Nuevas Bandas como invitado?
– Ya participe en una de sus ediciones que gentilmente me dedicaron.
¿Cómo se dio tu acercamiento a Chávez? ¿En algún gobierno anterior tuviste esa posibilidad?
– Simplemente yo cantaba lo que el proponía. Gracias a un par de visitas que tuve personalmente con él durante su primera candidatura en 1998 fue más que suficiente para salir a apoyarlo. Antes de él no creía en ningún político.
¿Qué opinas de los grupos que tocan en los mítines electorales de ambos candidatos?
– Muy bien, siempre y cuando mantengan esa postura definitivamente. Ustedes jamás me verán en un mitin de la MUD ni nada que se le parezca. Sin embargo, hay bandas que viven en tocando de aquí para allá, utilizando una supuesta postura “ni-ni” para obtener el mayor provecho posible. Eso me parece un gran acto de hipocresía, en una guerra mediática como esta uno tiene que estar bien claro en que bando militar y defender esa bandera incluso con la muerte y dejarse de pendejadas.
En muchas ocasiones has hablado de tu preocupación por el pueblo. Si Henrique Capriles ganara las elecciones y te pide trabajar con él para continuar tu trabajo y proyecto social ¿aceptarías?
– Primero muerto que trabajar con un fascista.
También te peleaste con tu padre artístico Alfredo Escalante ¿Vale la pena desligarse de alguien que te formó por un gobernante de turno?
– Yo jamás me pelee con él. Lamentablemente él comenzó a atacarme a mí y al GillmanFest de la noche a la mañana. No entiendo como después de haberme acompañado en esa lucha frontal contra el sistema de la cuarta república y que ambos soñáramos con la utopía de la revolución ahora defiende a nuestros otrora verdugos. Lo sigo queriendo mucho, nos hemos visto y abrazado, de hecho lo invite al GillmanFest Barquisimetal 2011 y hasta le dimos un reconocimiento como leyenda viva del Rock nacional. Lo sigo queriendo como un padre, en democracia tenemos que ser tolerantes y seguir para adelante.
Siempre atacaste a Sentimiento Muerto, Desorden Público, Zapato 3, por su música, hasta por el nombre de sus bandas ¿Qué te hizo retractarte hace poco en público, luego de años manteniendo una postura rígida al respecto?
– No he dicho que haya cambiado de opinión al respecto, solo que decidí, por respeto a ellos mismos, no seguir haciéndolo público.
¿No te parece que nombres como Iron Maiden (Doncellas de hierro), Black Sabbath (Cenizas negras), Deep Purple (Púrpura profunda) también son nombres un poco sin sentido?
– Cada uno de esos nombres representa muy bien a la música y concepto de cada banda.
¿Es cierto que tu molestia reciente con Zapato 3 vino dada a que un productor que realizaba esos eventos consiguió patrocinio gubernamental gracias a los contactos que tú le habías dado para el GillmanFest?
– Supe sobre una danza de millones y sobreprecios que sin duda son actos poco honestos. Se aprovecharon de la inexperiencia de ciertas instituciones gubernamentales
En los 70s u 80s los rockeros eran perseguidos por la policía, los militares. Ya no sucede eso ¿crees que se ha vuelto aburrido hacer Rock si no hay nada contra qué pelear?
– Haber logrado los objetivos propuestos en nuestras luchas de decenas de años y haber convertido en realidad una utopía me parece un logro que nos dignifica y luchar contra eso es como el perro que le muerde la mano al que le da de comer.
¿Crees que hay una sensibilidad social en las bandas de Rock populares del país?
– En algunas si y en algunas no, así es la vida, no todos obramos de la misma forma, allá cada quien con su conciencia.
El Rock es contracultura, cuando se es complaciente con el gobierno de turno ¿no se pierde el espíritu rockero?
– Si sigues manteniendo tu postura no, me parecería estúpido luego que has luchado toda tu vida contra el sistema y aparece un líder que te apoya y en vez de agradecerlo voltearme y atacarlo, es simplemente estúpido y desleal.
¿Contra qué pelearía Gillman en un momento de transición política, musicalmente hablando?
– A mayor enemigo, mayor honor, me sobra la gente con quien pelear, así ha sido siempre y así seguirá, por eso siempre finalizo mis conciertos con “levántate y pelea”.
Todo el mundo te critica por tu época en Sábado Sensacional. El pasado no perdona y corre más rápido que uno ¿Gillman es un personaje moldeable según sus intereses?
– Me he cansado de hablar de ese capítulo, pero ya es conocido por todos que firme ese contrato con muchas promesas de seguir siendo el Gillman de siempre, y así fue con el primer LP El Guerrero. Luego me aplicaron lo de las letras pequeñas y tuve que plegarme a un segundo disco complaciente para la disquera, que fue Sígueme e incluía el convenio con Venevisión, sino tenía que cumplir con una clausula donde para salir del contrato debería pagar 10 millones de Bolívares, unos 100 millones actuales, y eso era impagable para mí. Prácticamente le vendí mi alma al diablo, pero ¿porque nadie recuerda cuando en una cuña de navidad me fui con una franela de la unión soviética?
Comencé a liberarme de ellos organizando mi propia gira Rock & Shock gracias al disco El regreso del guerrerodonde había temas como “Ladrolítico” y “F-27”. En esa gira simulábamos ejecuciones a estudiantes por la guardia nacional durante el tema “Represión Latinoamericana”. Con plenas garantías suspendidas ¿Quién más se atrevió a poner en juego a su propia vida y a la de su familia?
Si no lo sabían, logre que me expulsaran de todo el emporio Cisneros porque no pud
e soportar más vivir dentro de la bestia y me convertí en alguien tan incómodo que se alegraron de sacarme y ni me aplicaron la cláusula, eso también tienen que saberlo. De allí salí a la calle con la frente en alto y con el apoyo popular a través de mis programas de radio. Logramos grabar Escalofríoy retomar y multiplicar a mis seguidoras y seguidores de todo el país y mucho más allá.
¿Cuál es tu mensaje final para los lectores?
– Ser fiel a sus ideales hasta el final, ser directo y frontal, un punto y un punto y trazar una línea recta. Así es la actitud genuina del Rock.
