Por Daniel Noboa
El pasado domingo 20 se presentaron en Vía de Escape tres bandas: Liturgia Negra (puras chicas), Parkas (con una chica cantando) y Liqüet (aquí no hay chicas, en tal caso las groupies de los panas).
Como la cosa era un matinée todo empezaba temprano, a las 4:00 de la tarde y con una lluvia muy ladilla cayendo sobre la ciudad, se abrieron las puertas del local y unas 200 personas entraron, casi todas invadidas por la curiosidad de ver a estas niñas de Liturgia Negra.
Adentro no se vendía alcohol y no se podía fumar, la música sonaba a todo volumen y los asistentes tenían en promedio 16 años de edad. Este es el público potencial para los toques señores, ellos son los que oyen rock y tripean la música con pasión, no los grandulones que sólo están pendientes de tomar ron y criticar cualquier detalle de la banda en vez de entregarse al placer de la música.
La primera banda en montarse, Liturgia Negra, era la más esperada de la tarde. 4 chicas dieciséis añeras y que se definen como brutal hardcore mezclado con grindcore. La primera impresión que dan al verlas es la de ‘no vale, ellas no pueden, no van a poder, son unas niñas, que va…’, palabras que se las lleva el viento… o mejor dicho… los decibeles. Una vez que arrancan te das cuenta de que estas chamas vienen con todo, con apenas 4 meses de formadas ya están ahí paradas en una tarima tocando una vaina que no cualquiera puede hacer, Alyenny la chica de la batería usa un doble pedal y mueve las muñecas a una velocidad sorprendente, casi casi llega al límite de death metal-cochino-comegato. La guitarra de Krisbeth ronca como Dios manda, Sofía, la chica del bajo se da duro, muy duro con su instrumento, en cuanto a la voz (Valentina), coño, demasiado cabilla, quedé demasiado sorprendido con la fuerza que le mete, los gritos comegato por excelencia, jejeje.
Una de las sorpresas del toque fue cuando todas se cambiaron los instrumentos para una canción y quedaron: cantante en el bajo, bajo en la guitarra, guitarra en la batería y batería en la voz, y de nuevo sonaron duro. Felicitaciones a mis niñas de Liturgia Negra, la recomendación es que sigan echándole… se nota que tienen ganas de darle duro, es obvio que les falta experiencia y rosca, pero esta se agarra ensayando mucho, y no una vez a la semana, como mínimo dos veces. Estén pendientes con ellas en el Intercolegial de Rock.
La segunda banda en presentarse fue Parkas, una interesantísima propuesta musical líderizada por el gran Abiram, el mismo de los corazones de vaca el año pasado.
Estos panas también tienen como 3 meses de formados, de hecho este era su primer toque en vivo, y para ser le primero lo hicieron excelente. Aquí había, también, una bella chica en la voz, dulce voz que a más de uno le recordó a Ana Torroja (es en serio). Además los teclados de Abiram (y cuando digo ‘los’ en plural es porque tenía 2 teclados), guitarras, batería, bajo y ¡un cello! Ya con esa alineación podrán imaginarse que Parkas no es cualquier vaina.
El sonido de estos amiguitos no tiene nada que ver con el neo metal, ni el comegatismo, quizás en algunos instantes soltaban por ahí algunas influencias cabillas, pero lo de ellos es un trabajo más conceptual, más orquestado, más elaborado… realmente excelentes. También pendientes con ellos en el intercolegial.
Por último se montó Liqüet, los más grandecitos de la tarde. Ya he reseñado antes a esta banda aquí y de nuevo puedo decir que no dejan de sorprenderme, siempre que los veo me parece que están sonando más duro, los experimentos con secuencias van al pelo las canciones nuevas están bien pegajosas. Si estos panas participan en el Festival Nuevas Bandas de este año y no ganan, voy a ser el primero en fomentar una insurrección en contra de la directiva de este evento. ¡Mosca ahí!
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