Luego de una amena visita en 2013, el músico argentino, Fito Páez, volvió a la capital con dos conciertos que se llevaron a cabo en el Anfiteatro del Sambil, los días 06 y 07 de diciembre. En tarima, el rosarino presentó temas de su nuevo álbum que fue estrenado el pasado septiembre, llamado “Rock and Roll Revolution”, y también algunos de sus temas más populares.
La banda nacional que se encargó de abrir el evento fueron los reconocidos rockeros de Aditus y la selección de esta agrupación como abreboca no pudo ser más acertada. Desde las 6:15 pm, Aditus logró prender la mecha en el Anfiteatro con varios de sus clásicos, abriendo su presentación con la canción “En Este País”.
Entre otros de los temas que la audiencia cantó junto a la banda, fueron “No te vayas ahora”, “Algo Eléctrico”, y “Victoria”. Un momento particular fue cuando Pablo Hernández, baterista, se acercó al micrófono y comentó que la gente conocía a todos los miembros de la banda, excepto a él. Su posición detrás de la batería hacía que, al final, nadie pudiera reconocerlo y es por esto que su hijo, Valerio, tomó su posición en la batería mientras Hernández permanecía al frente de la tarima con un redoblante acompañando la canción.
Alrededor de las 7:15, Aditus finalizó su presentación en la que también recordó que la banda cumpliría 40 años de trayectoria musical en el 2015 y lo celebrarían con un nuevo álbum. Calentando la tarima para Fito, la presentación cerró con la frase “Lo mejor que ha tenido Aditus en estos 40 años es el público”.
Tan solo 15 minutos después, el artista argentino subió a la tarima con una chaqueta y pantalón blanco con finas rayas negras; sus rulos al descuido, como siempre ha sido, y su inigualable voz. Sus dos primeros temas, pertenecieron al nuevo álbum y fueron “Arde” y “Muchacha”. La puesta en tarima de este músico y su habilidad tanto en la guitarra como en el piano, hicieron una noche imborrable.
Posteriormente se escuchó “Yo Te Amo”, del álbum del mismo nombre estrenado en 2013 y los clásicos comenzaron a sonar. “La Rueda Mágica, tema perteneciente al álbum, “El Amor Después del Amor”, fue coreado y aplaudido.
Fito continuó promocionando su nuevo álbum, con los temas “Loco”, que fue escrito por Charly García, “La canción de Sibyl Vane”, en el que lanzó su guitarra a uno de los técnicos, y “La Mejor Solución”. El carisma de este artista, que siempre se refleja en tarima, permitió que se le observara tocando piano o dejando que el público fuera quien cantara; lanzando instrumentos o paseando a lo largo de la tarima. La energía de Fito Páez contagió a todo el Anfiteatro.
Al regresar de una brevísima pausa, Fito traía un pantalón y chaqueta de cuero negro y una franela blanca. Era momento de los clásicos que todos sabían al pie de la letra. Comenzando con “Naturaleza Sangre”, algunos de las canciones presentadas fueron “Circo Beat”, “Al Lado Del Camino”, la nostálgica “Recuerdos que no voy a olvidar”, en la que todos encendieron las luces de sus celulares a petición del propio artista, “Ciudad de Pobres”, “En un café”, “Tumbas de la gloria”, “Dar es Dar” y una de las que estalló un frenesí en la audiencia, “A Rodar Mi Vida”, en la que varios asistentes se quitaron sus franelas para acompañar al artista que ondeaba su chaqueta negra mientras cantaba enérgicamente.
Con este tema y su particular despedida diciendo “Buenas noches” a varios países y, finalmente, a la ciudad capital; Fito Páez se bajó de la tarima a alrededor de las 9:10 pm. El ansioso público no dudó en cantar el tradicional “oe oe oe oe Fito Fito” hasta que el rosarino decidió retornar e interpretar dos temas más con un traje blanco que incluía una chaqueta de rayas naranjas y un pantalón del mismo color.
“Mariposa Tecnicolor” fue la penúltima canción y una de las más esperadas. Los asistentes corearon y aplaudieron este tema considerado un clásico en la carrera del artista. Para cerrar definitivamente, Fito escogió uno del nuevo disco, “Rock and Roll Evolution”, que los presentes acompañaban al unísono.
El concierto contó con una buena organización, que estuvo a cargo de la productora Invershow, así como un creativo show de luces que superó la previa presentación del artista en 2013 y buena calidad de sonido. Caracas pudo disfrutar, por segundo año consecutivo, de uno de los grandes íconos del rock Argentino y crear recuerdos que no van a olvidar.
