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Las diez mejores canciones para una ruptura amorosa según Rolling Stone

Elvis Presley en el momento de choque, Coldplay para tocar fondo y los Rolling Stones como borrón y cuenta nueva. Ésta es la terapia musical que proponemos para pasar del fango al bienestar, tras una separación.

Elvis Presley en el momento de choque, Coldplay para tocar fondo y los Rolling Stones como borrón y cuenta nueva. Ésta es la terapia musical que proponemos para pasar del fango al bienestar, tras una separación.

Por Ivar Muñoz-Rojas para www.rollingstone.es


Primero desconcierto, luego rabia, más tarde desazón, después una inmensa sensación de vacío… Ser abandonado por quien querías, y darías tu vida, desemboca en una montaña rusa de emociones. Aquí proponemos las canciones que te ayudarán en las diferentes fases de una ruptura. Casi como una terapia. Los desterrados por Cupido son bienvenidos con otras sugerencias.

 

1. GUANTAZO Y ATASCO EMOCIONAL: Always on my mind, de Elvis Presley
Es el momento de choque, aquel en el que demasiadas sensaciones se agolpan en tu estómago, como un atasco en operación salida. Te han dejado. Apenas puedes repetir para ti estas tres crudas palabras y, entonces, empieza a sonar un piano en tu cabeza, de sobra conocido. Es el de este clásico de la gran estrella del rock Elvis Presley. “Quizás no te traté tan bien como debía”, arranca, en inglés, su estrofa. El sentimiento de culpabilidad se expande. Sufres. 

 

 

2. RABIA Y FRUSTRACIÓN: Fuck you, de Cee Lo Green
Muchas preguntas sobre el porqué de tu abandono crea incertidumbres y éstas generan rabia. ¿Cuál es el antídoto para un corazón recién fracturado? Respuesta correcta: la autoafirmación a través del desprecio intencionado. Dicho en cristiano: quedarte más a gusto que en brazos, al exclamar un sonoro Jódete (que sólo oyes, por dentro, tú). La melodía positiva, a base de soul bailable, de este talentoso de la música negra acompaña tu euforia intensa y fugaz. Porque, no pensarías que esto iba a ser así de fácil.

 

3. PISAR EL FANGO: The winner takes it all, de ABBA
Efectivamente, el bajón no perdona. Piensas en Abba, que hicieron esta canción cuando las relaciones entre sus miembros eran una maraña de divorcios y desentendimiento. Que de ahí saliese este barroco y bonito tema, con su madura y cero rencorosa letra sobre el ganador que se lleva todo en una separación, te hace sentir bien. Luego, claro, caes en que el cuarteto sueco no se ha vuelto a reunir desde su separación, hace 29 años. Quizás ése sea el tiempo que tenga que pasar que encuentres a otra persona…

 

 

4. CAER MUY BAJO: The scientist, de Codlplay
Y llegó la irresistible y peligrosa autocomplacencia, que no debe faltar en este proceso. Un placer melancólico e inconfesable, como Coldplay (lo dice su propio líder Chris Martin: no queda bien decir que te gusta su grupo). Sin nadie que pueda verte, y con este emotivo y extrañamente lánguido himno, puedes recrearte en esos momentos que fueron tan buenos, que, atrás e irrecuperables, están tan resueltos… Pero, cuidado, ya lo advirtió Sabina: no hay peor nostalgia que la de aquello que no existió.

 

5. REDECORA TU VIDA: I will survive, de Cake  
El proceso de ruptura da lugar a la reconstrucción personal, al redecorar tu vida, como dice aquella marca de muebles (ahora vale agarrarse a casi cualquier cosa). Y es precisamente mientras estás montando una estantería para tu música, cuando rescatas ese viejo disco compacto de esta banda tan ligada a los 90 (sí, tenías una vida antes de dar con quien te la acaba de fastidiar). Esta versión de Gloria Gaynour, con su mensaje de supervivencia, es el único tema que no está rayado. Curioso.

 

6. LA BORRACHERA Y EL ROLLO PESADILLA: I am the resurrection, de The Stone Roses
La fuerza crece en ti de manera progresiva, como esta epopeya de rock sobre resurrecciones. Sientes que llevas el timón: acabas de reafirmarte y no has respondido a un mensaje de tu ex (hasta te atreves a llamar las cosas por su nombre)… en la primera hora, desde que lo has recibido. No falta la juerga expansiva de rigor, pero tus ansias de reafirmarte espantan cualquier posible ligue. O, también puede pasar: te enrollas con quien te produce grima. La jarana acaba tan pasada de vueltas como el hipnótico final de este tema.  

 

7. VUELTA AL INFIERNO: Nothing compares 2U, de Sinéad OConnor
Horror: has recaído. Como el fumador que ha probado con parches, manuales… Necesitas una terapia de choque, para ahuyentar esos fantasmas. Pocos remedios funcionan tan bien como esta estremecedora versión de Prince. “¿Y por qué no escucharla en alguno de los pasos previos?” pensará alguno. Porque cada cosa tiene su momento, que se lo pregunten a esta cantante irlandesa, a la que se dejó de prestar atención hace años, aún sacando discos muy apetecibles.  

 

 

8. LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL: Everyday day I love you less and less, de Kaiser Chiefs
Tu vida empieza a recuperar cierta normalidad: dejaste la dieta de los saladitos, pones más de dos lavadoras semanales e incluso duermes más de tres horas por noche. Y es al despertar por las mañanas cuando te sientes fuerte como un toro y feliz como una perdiz con estos ingleses, que tuvieron sus dos telediarios de éxito. Sólo el título de este acelerado rock (Cada día que pasa te quiero menos) te pone como una moto. Casi, casi, lo has conseguido.     

 

 

9. RESQUEMOR VANIDOSO: Youre so vain, de Carly Simon
Llega una parte de gozo en esta terapia: al fin puedes mirar a tu antigua compañía, sin que se te retuerza el estómago. Aunque algo de resquemor, del sano (eh), queda. Seguro que esta cantante neoyorquina siente algo parecido, al cantar este estribillo: “Tienes tanta vanidad que seguramente crees que esta canción va sobre ti”. Ahí queda eso.

 

 

10. SE CIERRA EL CICLO: Its all over now, de los Rolling Stones
Este tema, popularizado por Jagger y compañía a mediados de los 60, pone la banda sonora ideal para el fin del proceso. El amor terminó, el dolor también y se abren nuevas perspectivas. Su crudo optimismo acompaña, desde luego. Y hasta te apetece morder el anzuelo del amor. Pero, ojo, que en un descuido te ves escuchando a Elvis Presley y su Always on my mind de nuevo, que, tan pronto nos recuperamos, tan pronto olvidamos. Pero, de eso se trata, ¿no?

 

 

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