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Por: Junior Balzán
Después de la gran estafa del rock and roll en Caracas donde muchos se quedaron con una entrada en la mano, las disculpas de Fat Mike en la página oficial de NOFX contando cómo hasta ellos fueron embaucados por ciertos personajes que no vale la pena mencionar, eso sin contar la tonta ilusión de que su dinero fuese reintegrado. Por fin el 23 de febrero ocurrió el milagro que muchos tenían años esperando, por fin NOFX tocaba en Caracas.
El ambiente afuera del CIEC de la universidad Metropolitana parecía uno de esos reencuentros de facebook, punk de finales de los 90, ahora adultos contemporáneos, se encontraron en el estacionamiento y no perdieron la oportunidad de celebrar como en los viejos tiempos, escuchando una de las bandas más emblemáticas punk rock de esa época quiénes por fin se iban a presentar esa noche.
Por fin llegó el momento de la entrada y, no sé decir si que el recinto era muy grande o es que fue poca gente, lo que si sé es que todos estaba muy cómodo, te podías mover tranquilamente por todos lados sin estar oliéndole el tufo al de al lado, lo único que hacía falta era un poco de alcohol para ser más agradable el momento.
La gente comenzó a corear el nombre de Los Mentas, la banda local encargada de calentar el guateque, cosa que me llamó mucho la atención y me pareció muy depinga ya que aquí estamos acostumbrados a ver cómo le echan mierda a la compensación nacional, casi que las bajan a carajazos y se guindan de las bolas de la banda de afuera. Esta vez no fue así, a NOFX le quedó claro que aquí también apoyamos a nuestros muchachos y tenemos con qué.
Los Mentas abrieron con sus acostumbrados trajes de mesoneros, sirviéndole a todos los presentes un show de calidad, cargado de muy buen humor, calentando de esta manera las primeras ollas que esperarían a NOFX; y a pesar de que su sonido no estuvo muy bueno, según y que por la distribución de la locación como me comentó Juan vocalista de Los Mentas, los muchachos dieron lo mejor de sí dejándole claro a la gente de California que aquí hay talento de sobra en casa.
Por fin llegó el momento que todos estaban esperando. NOFX se montó en tarima, presentándonos a un Fat Mike flaco y a un Jefe (Guitarrista de la banda) mucho mas bajito de lo que uno se imaginaba. La banda se montó sin ningún gesto de arrogancia en una tarima muy minimalista, decoración era la bandera gay cubriendo parte de los sus equipos y un banderín muy pequeños detrás de ellos que decía NOFX. Ellos mismo afinaron sus instrumentos sin necesidad de un rodie que lo hiciera por ellos, cosa que me pareció bastante humilde de su parte.
Los chicos de san Francisco abrieron con un pequeño intro que fue pegado con su tema Dinosaurs Will Die, llevando a más de uno a esas peas que te echabas en la época del liceo en casa de un pana mientras te bebías la curda del papá y veías con qué compañera de clase cuadrabas.
NOFX nos paseó por toda su discografía, con temas emblemáticos de su carrera: Bob, Linoleum, Kill All the White Man entre otros. Sin embargo, dejaron picado a mas de uno que se quedó esperando la tan conocida Dont call me white. La banda tocó una hora y media aproximadamente brindándonos sus coros muy bien afinados y una escena sumamente simpática, dándonos de esa manera un buen show de punk rock al mejor estilo californiano. Eso sí, dejando en claro que nuestra cerveza es lo mejor y sino miren sus franelas inspirada en la afamada marca del osito blanco de los polos que parece en nuestras latas de cervezas.
Aunque muchos opinan que el show fue una cagada porque el Jefe no habló en español y que duró muy poco el show para la trayectoria que tiene la banda. En lo personal a mi me pareció un muy buen espectáculo a pesar de que fue algo muy minimalista como mencionaba antes y que por fin nos sacamos la espinita de esa gran estafa del rock and roll en Caracas, además si fuiste a NOFX y no pogueaste eso es como si nunca hubieses ido.
Mira la galeria de fotos del concierto.
