Por Daniel Noboa
Los Rabanes estuvieron de visita en Venezuela haciendo una gira promocional, lo que significa que en su agenda no estaban pautadas ninguna clase de presentaciones en vivo, sólo reuniones y entrevistas. La noche del viernes, el crew de oidossucios.com logró cuadrar un improvisado toque de los panameños en Cirkus Bar para un selecto público y para los medios de comunicación nacional que quisieran cubrirlo. El resultado: asistencia masiva y rumba hasta altas horas de la madrugada bajo los efectos del vodka y la cerveza.
Los primeros en presentarse fueron los Skatz, quienes dieron el show más desorganizado del año. Tocaron aproximadamente 40 minutos donde metieron temas de Ensemble y temas cabilla, incluyeron su tributo a Skatalites con el tema ‘Skaloween’.
Luego vinieron los invitados de la noche: Los Rabanes, quienes originalmente iban a salir a tocar 3 canciones tipo sorpresa. Los tipos estaban rascadísimos y no sabían que hacer, así que se subieron al escenario y dijeron ‘Nosotros somos bien democráticos, dígannos que quieren oír y nosotros la tocamos’ Así comenzaron con canciones viejas, seguidas de éxitos como ‘My comanding wife’ y ‘Alabaré’. Debido al cansancio, la rumba y el exceso de alcohol en la sangre, Los Rabanes se querían bajar rápido, el bajista comenzaba ‘esta es la ultima’ y la gente ‘ooootra, oootra’, todo el mundo bailando y tripeando sin parar. Seguidamente se lanzaron un par de improvisaciones que les quedaron al pelo, en ellas incluían letras sobre mujeres, cerveza, Amigos Invisibles, Desorden Público, Caramelos de Cianuro, Chávez, Venezuela y Panamá. Al final las 3 canciones se convirtieron en 11, siendo una de las mas coreadas ‘Señorita’ y el nuevo single ‘Everybody’, con el cual se bajaron pero la gente los hizo volver, así que cerraron el toque con ‘Perfidia’ y ‘Suicidio en New York’. Iban a seguir con más, pero Emilio se paró frente al micrófono y dijo ‘Estoy demasiado borracho, sorry’.
Se bajaron a tomar y rumbear con la gente y terminaron: uno en el hotel, otro en la Belle Epoque y otro comiendo arepas en Bello Monte… En conclusión los tipos supieron como parar un buen peo y lo que iba a ser un toquecito pequeño e improvisado terminó en un tremendo rumbón.
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