“Acabamos de saber que la causa oficial de la muerte de Jeff fue una cirrosis. A pesar de que él padeció importantes problemas de salud durante los años, incluyendo esa fascitis necrotizante que le devastó, nadie cercano a Jeff era consciente realmente de la verdadera magnitud de su enfermedad hepática hasta los últimos días de su vida”.
Esto es lo que la banda Slayer explica a través de un comunicado difundido por las redes sociales, en relación al fallecimiento de su miembro fundador Jeff Hanneman, acontecido el pasado 2 de mayo. “Contrariamente a lo dicho, Jeff no estaba esperando un trasplante. Es más, él estaba emocionado y con ganas de seguir adelante y pensando en un nuevo disco”, añade el grupo.
Más allá de estos escabrosos detalles, Slayer ha anunciado también que habrá un homenaje a Jeff “en algún momento a finales de este mes, con familia y amigos”. “El público será invitado para asistir”, remarca agradecida la banda, que por ahora no puede dar más detalles al respecto.
Fuente: www.rollingstone.es
