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Si Christian Machado fuera andino y Dave Chavarri de los llanos, ill Niño sería un grupo venezolano

El pasado martes 7 se presentó en Caracas esta reconocida banda de nü metal norteamericana. El talento nacional, por su parte, demostró no tener nada que envidiarles.

Por Juan Carlos Ascanio

Lo más común en Venezuela -con contadas excepciones- es que nos visiten bandas de cierta trayectoria que están comenzando su declive, o agrupaciones totalmente fantasmas. La reciente visita de ill Niño fue una verdadera sorpresa, no sólo porque éstos estén en pleno ascenso al estrellato, sino porque son una banda relativamente nueva que se ha entremezclado indistintamente con la abundante y monótona oferta musical del nü metal norteamericano y que sorprendentemente cuenta con algunos fanáticos en Venezuela.

A mi me gustan algunas bandas de nü metal, pero nunca me gustó mucho ill Niño. La propuesta de esta banda no es ninguna innovación: rock con ritmos latinos. ¿Alguien recuerda a nuestros compatriotas de Laberinto, que tienen años de años tratando de que algún productor los traiga a su país para realizar una presentación decente? Lo cierto del caso es que el martes 7 de diciembre ill Niño se encontraba en tierras venezolanas para realizar su primera presentación en nuestro país,en el marco del evento Navidad Rock 2004, sin sospechar que aquella noche serían testigos de la cruda realidad de la escena del rock nacional.

El show comenzó con un retraso récord en Venezuela. Acusaciones van y vienen entre las partes involucradas, mientras unos se quejan de los otros, pero no vale la pena entrar en esos detalles. Aparentemente la mayor responsabilidad recae sobre la lluvia. Lección #1: hay que trabajar como profesionales y sólo con profesionales. Lección #1.1: evitar los eventos al aire libre en época de lluvias.

Ante un público sumamente ansioso, las bandas venezolanas comenzaron a presentarse con un breve repertorio de tres canciones cada una para agilizar el proceso. No voy a comentar nada acerca de las bandas locales porque, primero, no las vi a todas y, segundo, gracias al desmesurado retraso no se pudieron presentar dos de ellas: Dischord y Biophobia. Lección #2: no incluir 8 bandas locales en un evento cuya atracción principal es internacional.

Mientras las bandas locales tocaban, con diferentes niveles de simpatía del público, una sola cosa se mantenía constante: la lluvia de latas de cerveza sobre la tarima. Llenas, vacías, aplastadas. Latas y latas sobre el escenario, lo cual causó la molestia del crew de ill Niño que armaba parte de sus equipos mientras las bandas locales se presentaban. Lección #3: el consumo en exceso de alcohol puede ser nocivo para la salud (parece que causa retraso mental ¿a quién se le ocurre pagar una entrada para ir a tirar latas al escenario?).

Finalmente, a petición de los organizadores y hasta del propio Dave Chavarri (batería de ill Niño), la lluvia de latas cesó. Bueno, casi. Algún que otro “hijo de puta” -cómo lo llamó a gritos el propio público- siguió dándose la tarea de poner en riesgo la presentación de la banda internacional. Afortunadamente eso no sucedió. Eran alrededor de las 10 de la noche cuando, sobre el escenario limpio y dispuesto para ill Niño, Dave Chavarri anunció que en media hora vendrían a tocar. Pasadas las 10:30, tras un fastidioso chequeo de líneas por parte del crew de los internacionales, comenzó a escucharse el intro que daba inicio al momento más esperado de la noche: ill Niño tomaba el escenario. El público se agolpó hacia la parte delantera mientras gritos y manos en el aire clamaban por una descarga de rock.

Los integrantes de ill Niño, encabezados por el carismático cantante Christian Machado, se veían muy cómodos en el escenario. Saltaron, gritaron y provocaron al público con su combinación -nada nueva pero efectiva- de metal y ritmos latinos. Los cientos de fanáticos descargaron desde el primer segundo con “If you still hate me”, el primero de muchos temas coreados al unísono por todos los asistentes. Posteriormente, y durante poco más de una hora, los roadies entraban y salían del stage a recoger cualquier cosa que caía, mientras ill Niño se paseó por una buena muestra de los temas plasmados en sus dos trabajos discográficos, Revolution/Revolución (2001) y Confession (2003). Destacaron “God save us”, “What comes around”, “Rumba”, “Te amo… I hate you”, “I am loco”, “Lifeless… life…” dedicada a los marihuaneros, “Unreal” con el coro en español a petición de los presentes, y el cierre con “Liar” dedicada con gran énfasis a George W. Bush, con quien se manifestaron en total desacuerdo, mientras parte del público gritaba al unísono “¡Chávez marico!” (ojo señores de Conatel, sólo estoy reseñando de manera veraz y oportuna lo que sucedió en este evento. Además, la Ley Resorte es sólo aplicable a la radio y la televisión).

El excelente sonido y la ejecución impecable fueron constantes durante la noche. Los chicos de ill Niño tripearon tanto como el público. La noche estuvo repleta de halagos para nuestro país, en el que Christian Machado vivió durante algunos años de su vida. Hubo momentos para todo. Para realzar la “raza”, para recibir los abundantes regalos de los fans, para cargar una bandera venezolana en plena presentación, para elogiar la indudable belleza de las mujeres venezolanas. En una gran muestra de respeto y humildad, Christian Machado incluso se disculpó con las bandas locales que no pudieron tocar por razones de tiempo.

La noche finalizó con una gran escena de Baywatch, cuando el percusionista Danny Couto decidió arrojarse al público, seguido de dos radies que se lanzaron de clavado a rescatarlo del mar de fanáticos eufóricos que lo rodeaban y abrazaban. Alguna persona con suerte logró quedarse con un zapato de recuerdo. Una vez en el stage, Danny Couto lanzó el otro. Luego lanzó hasta las medias. Y salió barato. A B-Real (Cypress Hill) le quitaron unas costosa cadena de oro por hacer la misma gracia.

Aunque el festival Navidad Rock ha ido creciendo y mejorando año tras año, aún faltan muchas cosas por aprender. Lo importante es superar los errores y seguir adelante. Seguro que así será. A pesar de los contratiempos el público disfrutó en grande yel evento quedó bien. Finalmente, lo mejor de la noche fue enterarme de que posiblemente traen a Soulfly el año que viene. ¡Qué bien!

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