Por Daniel Noboa
Gustavo Cerati es uno de esos artistas argentinos que ha sabido reinventarse una y otra vez a lo largo del tiempo, con Soda, y como solista. Ha tenido diversos proyectos electrónicos, es dj de a ratos, ha producidos discos a artistas como Leo García, ha trabajado con gente como Shakira, ha ganado premios MTV y también algunos Grammy. Ha tocando ante multitudes que van desde discotecas de pavos en el Centro San Ignacio, hasta avenidas en Buenos Aires con más de 250.000 personas frente a él. Musicalmente hablando, ha hecho lo que le ha dado la gana.
Con este envidiable currículum, el ex Soda grabó el disco más rockero de su carrera solista “Ahí Vamos” y armó una gira con una banda netamente rockera y un set list rockero en su totalidad, lleno de solos de guitarra y largas descargas, para presentar así, pues, el show más rockero en su carrera como solista.
Su banda, integrada por Richard Coleman (guitarra), Fernando Samalea (batería), Fernando Nalé (bajo) y Leandro Fresco (tecladosy coros), es la mejor que ha tenido a su lado hasta el momento. Y con esta banda, con esta gira, con ese set list rockero y con esa actitud propia de un verdadero rockstar en tarima, Gustavo Cerati se presentó en el Anfiteatro del Centro Sambil de Caracas el jueves 23 y viernes 24 de noviembre, a casa llena.
El 23
Al llegar al Sambil comenzó el despelote. La cola para entrar no tenía forma, era imposible saber donde comenzaba y donde terminaba, y si le preguntabas a un seguridad, te confundías más ya que cada uno tenía su propia versión de la logística del evento.
A las 8:00 pm, hora a la que la gente debería estar adentro, Gustavo Cerati empezaba a probar sonido recién, al parecer motivos ajenos a la voluntad de la producción retrasaron los horarios de todo.
Cuando finalmente terminó la prueba, los seguridad comenzaron a dar acceso al evento de una manera bastante desastrosa. Uno de ellos, que parecía tener algún tipo de rango, trataba de calmar al ya molestopúblico que veía como no había ninguna coordinación diciéndoles: “Tranquilo que yo mando aquí y yo llevo el orden, aquí se hace lo que yo digo, yo sé lo que estoy haciendo”, de más está decir que el amigo no sabía donde estaba parado y el acceso terminó siendo rápido para aquellos que supieron colearse a tiempo.
Una vez adentro todo fluía mejor. Podías tomar whisky, vodka, comer mexicano, sushi o shawarmas. También podías tomar agua caliente a Bs. 5.000. La solidaridad del comerciante venezolano.
Unos 20 minutos después de haber dado puerta arrancó EntreNos, banda de rock para de pavos del San Ignacio que algunos periodistas han osado a comentar “son como el U2 venezolano”, sin comentarios, tuvieron buen sonido y ya. Su presentación duró 25 minutos.
Luego de una corta espera, un telón con rayas blancas y negras (que no tenían nada de “colores psicodélicos”) que emulaban la portada de “Ahí Vamos”, se levantó entre la tarima y el público. Minutos después,las luces del anfiteatro se apagaron y la sombra de Gustavo Cerati era proyectada desde el escenario en este gran telón. Los gritos del público no se hicieron esperar, gritos que se triplicaron cuando el ex Soda Stereo marcó los acordes de “Juego de seducción”, la primera de la noche.
Seguidamente interpretó 5 temas de su reciente producción Ahí Vamos: “La excepción”, “Uno entre mil”, la desgarradora “Adiós”, el dance rock “Bomba de tiempo” y Caravana”.
Luego de esta seguidilla se vino con una versión de “Ecos” tema originalmente compuesto por la banda Fricción, conformada allá por 1985 por Richard Coleman, Fernando Samalea y Gustavo Cerati, pero que fue popularizado por Soda Stereo.
“Toma la ruta” de Dynamo le siguió, siendo una de las mejores y más potentes de la noche. “Médium” vino después para seguidamente sacar su guitarra acústica y comentar “Venezuela, ¿me voy? No, Me quedo aquí” e interpretar el tema de ese mismo nombre.
Una magistral “Engaña”en versión acústica y luego “Té para tres” medio bluesosa, erizaron la piel de todos. “Av. Alcorta” siguió, siendo la única de Amor Amarillo que tocó en toda la noche.
“Cosas imposibles” se ganó las ovaciones de los presentes con una descarga rockanrolera a media canción para luego bajar el ritmo con “Vivo”.
Se acercaba el falso final del show, ese que la gente cree que es el verdadero pero que por aplaudir mucho hacen que el artista vuelta…tontos, terminen de entender que todos los grupos del planeta tierra hacen eso, los bises siempre forman parte del setlist, no es que nos regalan más canciones porque somos panas.
Luego de hacer comentarios sobre las elecciones, y antes que la gente comenzara con el A-TRE-VE-TE, Cerati dijo “Les voy a regalar un Lago en el cielo”. Interpretando así este tema y despidiéndose.
Tras 5 minutos, volvió al escenario a interpretar ese despecho llamado “Crimen” que a más de una hizo correrle el maquillaje. Sencillamente perfecta.
“Paseo inmoral”, con su ritmo electroclash puso a bailar a todos con una extendida versión del tema que llegó a más de 10 minutos de descarga y donde se incluyó un intermedio del tema Jean Genie de David Bowie. Aquí entonces vino quizás lo mejor de la noche: con una base de rock and roll tradicional a lo Chuck Berry como intro, se vino dando forma una canción que sólo fue reconocida por todos cuando recitó las primeras líneas: “Somos cómplices los dos, al menos se que huyo porque amo…” La versión de “Prófugos”, uno de los himnos de Soda Stereo en los 80s, se ganó las mayores ovaciones de la noche, perfectas para tapar el pelón que tuvo Leandro Fresco con el secuenciador y que no le permitió a Cerati tocar “Planta”, sino saltar corrido a “Puente”, el penúltimo tema de la noche.
“Gracias por venir” dijeron el público y Gustavo. Y anunció irse de rumba por la noche caraqueña luego del show, pero antes “Jugo de luna”, con una mueca de “Estoy azulado” para todos.
Así terminaba la primera noche del segundo mejor show que Gustavo Cerati ha dado como solista en Venezuela. El mejor show, lo dio al día siguiente.
El 24
Si el recital del jueves había sido perfecto, el viernes 24 fue superior. Con un mejor sonido que la noche anterior, y sin inconvenientes para acceder al anfiteatro para el público, Cerati agregó 2 canciones más al set list: una excelente versión de “Vuelta por el universo” y “Planta”, que el día anterior por improvisados problemas técnicos no pudo tocar.
Además de ser más largo el show, el rockero argentino se mostró de mejor humor, y más divertido que la noche anterior. Jugó más con el público, sonrió más, comentó el show de fuegos artificiales que tení
;a lugar cerca del Sambil, volvió a hacer referencias a las elecciones venezolanas comentando “Venezuela, no hay cosas imposibles” y celebró el cumpleaños del baterista, Fernando Samalea.
Dejó que Richard Coleman cantase una parte de “Uno entre mil”, bromeó con fragmentos de “Cerca de la revolución” de Charly García antes de tocar “Engaña”. Cantó algo de “Love is in the air” de John Paul Young al final de “Prófugos”, e hizo el punteo de “Persiana Americana” (también “Estoy Azulado”) a manera de broma mientras tocaba “Jugo de luna”.
El set list de ambos shows fue el siguiente:
1. Juego de seducción
2. La excepción
3. Uno entre mil
4. Adiós
5. Bomba de tiempo
6. Caravana
7. Ecos
8. Toma la ruta
9. Médium
10. Me quedo aquí
11. Engaña
12. Té para tres
13. Av. Alcorta
14. Vuelta por el universo (la tocó el viernes 24)
15. Cosas imposibles
16. Vivo
17. Lago en el cielo
18. Crimen
19. Paseo inmoral (Con intermedio de Jean Genie de David Bowie)
20. Prófugos
21. Planta (la tocó el viernes 24)
22. Puente
23. Jugo de Luna (con fragmento de guitarra de Estoy azulado)
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