Por Rufi Guerrero
Los abanderados del movimiento rockero-electrónico en Venezuela presentan su primera producción. Después de haber ganado el Festival Nuevas Bandas del año 2000, los hermanos Sosa estuvieron produciendo esta placa que finalmente hoy ve luz. Se rumora que son varios los sellos extranjeros interesados en llevar este álbum por toda Latinoamérica, pero por ahora, la Fundación Nuevas Bandas fue la encargada de editar la placa.
A Favor: Son pocos los que han podido romper con éxito el cliché de rock y electrónico en Latinoamérica. Cerati, Zurdok, Titan y Café Tacuba son de los escasos artistas que han podido mezclar las dos corrientes musicales y crear un excelente producto, Submarino camina por esa vía. Desde el desespero del Intro, pasando por la melancolía de “Partir es Morir un Poco” y el genial down de “Fénix”, el disco es una joya auditiva. Los vientos y cuerdas en “Tournesol” y “Ánima” están impecablemente ejecutados. La voz de Andrés Sosa es perfecta para las melodías.
En Contra: Poco se le puede criticar a un disco como este. Quizás que la disposición de las canciones hace que la segunda mitad del álbum sea como para tirarse a dormir, pero eso es dependiendo de quien lo escuche. Algunos finales de los temas parecen eternos.
Veredicto: El 2001 dejó en Venezuela un excelente disco como fue “Debut” de Sur Carabela. Muchos lo criticaron por su parecido con Massive Attack y Portishead, pero ¿es acaso un pecado parecerse a Massive Attack o Portishead? Submarino lleva la estampilla de Cerati pegada en sus espaldas, pero ellos tampoco tienen la culpa que el argentino sea el único que se haya animado a hacer algo parecido. “Submarino” es sin duda, uno de los mejores discos de este año en Venezuela. Una muestra de lo que se aproxima en el panorama musical de América Latina.
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