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Entrevistas

Tirarse al barranco o ver como la vida pasa ante tus ojos

Candy 66 afronta la grabación de su segundo disco como la oportunidad definitiva para que la agrupación se consolide o se convierta en otra banda más. En su estudio de grabación conversaron con Oidossucios.com.

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Por Rufi Guerrero

Candy 66 probó durante el 2002 todos los extremos de la farándula venezolana. Saltaron desde el underground a la tarima del Caracas Pop Festival, donde 30 mil personas cantaron con ellos los temas de su primer disco. Luego de eso, una intensa gira nacional vino acompañada de rumores sobre peleas con otras bandas y algunos líos internos en la propia agrupación.

Superada la intensidad del año que terminó, Candy 66 entró en el nuevo estudio de Latin World – su casa disquera desde el año pasado – para grabar su segunda producción discográfica, que aún no tiene nombre pero ya tiene 3 posibles portadas, las cuales fueron las que más le gustaron a la banda de las que mandaron los fans a través de la web de la agrupación, www.candy66.com.

‘Estábamos un poco asustados porque el primer disco lo producimos completamente nosotros y no sabíamos como iba a ser ahora. Pero la relación ha sido de lo mejor, nos escuchan y ambas partes nos tomamos en cuenta. Luis Alvarado – el productor de Latin World – es músico y nosotros no lo somos, por eso hemos tomado muchos consejos de él, afortunadamente ha entendido lo que queremos en el disco’, comenta Jean Carlo de Oliveira, vocalista de la agrupación, quien sorteó la dificultad de un día de ‘trancazo’ en Caracas para llegar a la cita. Frank Pulgar y Alejandro Martínez, guitarrista y bajista de la agrupación, fueron vencidos por el sueño sobre un sofá ubicado frente a una gigantesca pantalla de televisión mientras esperaban la llegada del 66 que faltaba.

El punto de encuentro era el estudio donde C66 trabaja actualmente: el sueño de cualquier rockero venezolano. Al más puro estilo de banda multimillonaria, una mansión ubicada en el Caracas Country Club fue convertida por Latin World en un estudio de primer nivel, full equipada y hasta con una sala de esparcimiento, donde los integrantes de la banda reparten su tiempo entre el Playstation y los discos de Muse, Foo Fighters y Zwan. Ya en el lugar de trabajo, comienza la jornada habitual durante el último mes para las 9 personas que trabajan junto a la banda: grabar el sucesor de P.O.P.

Frank: El primer disco fue más lo que sentíamos en el momento, teníamos muchas influencias mezcladas. Este está más pensado, más enfocado hacia lo que nos gusta a nosotros. Tiene bastante acordes retros, disonantes, de los 90s, las guitarras son más gronchosas, menos metaleras.

¿Vieron a Gillman el domingo?
Jean Carlo: Aquí llego el rumor de algo raro (risas). Nosotros no podemos juzgar eso, es un pelo difícil, además, cuando éramos chamos, íbamos a los conciertos de Gillman.
F: No lo vi, pero me contaron. Si el lo quiso hacer, bien. Gillman siempre ha estado en esa nota de apoyo al oficialismo y nosotros se lo respetamos.

¿Qué piensan que pasará con las demás bandas de neometal del país que no se pudieron hacer un nombre con ustedes y ahora les tocará la caída del género en el mercado?
JC: Ahora Liqüet firmó con Latin World, eso le abre las puertas a las demás bandas. Quizás después les toca a Factor Mental o Decibel. Muchas bandas están trabajando duro.
F: Este año va a ser bastante difícil para todo, ya se va a acabar febrero y no ha habido un solo concierto, no va a haber Pop Festival tampoco. Aunque en tiempos de guerra y de crisis, la cultura y el arte surgen. Con respecto al neometal, yo pienso que está evolucionando, el año pasado había como ochenta mil grupos en Estados Unidos que ahorita no sabes donde están. La música esta variando, si miras Korn ó Foo Fighters, ya se están yendo hacia otra cosa.

Pero ustedes se hicieron una etiqueta de banda neometalera ¿Cómo esperan que sea la reacción del público ante este nuevo trabajo?
JC: Estamos un pelo intrigados, igual que con el primer disco, que no sabíamos que iba a pasar, si se iba a vender, ni nada. Hay canciones pesadas, pero no son las típicas metaleras, más hardcore, más punk, pero no es que somos punks, es como que más rápido, casi todas las canciones duran 3 minutos. Yo estoy cantando un poco más limpio, ni Frank ni yo estamos forzando los gritos, estamos gritando solo cuando es necesario, por ejemplo, en una canción llamada Bandera, que habla sobre todo este rollo político. Es la primera vez que escribo una letra que tenga algo que ver con política, pero no es sobre eso, es sobre las personas que estamos implicadas en esto. Ya no es aquel grito y la letra habla de amor, es el grito cuando realmente es necesario, cuando te sale de adentro.

¿Cómo afecta todo lo que está pasando en el país al proceso creativo de la banda?
JC: Es un poco forzado, nos llegó. Nosotros siempre hemos sido un pelo despegados de la política, pero ahora ya nos molesta la situación. Aunque es un solo tema nada más, lo escribí en Portugal, prendí la televisión y estaba viendo a la gente matándose en Los Símbolos, eso me pegó.

¿Les afectaron los rumores sobre la banda que corrieron durante el año pasado?
F: Mmmm la verdad es que no. El año pasado hubo demasiadas cosas, pero de verdad no.
JC: El año pasado para nosotros fue un año divertido. Tocamos demasiado, tocamos en el Pop Festival, que fue casi el día más arrecho de nuestras vidas. Pero nosotros no miramos mucho hacia los lados, hay bandas que hablan muchas cosas y hay que tener cuidado con eso. El año pasado hubo muchas polémicas, como la de Despuesdevieja…

¿Qué hay entra Despuesdevieja y Candy 66?
F: Alejandro es hermano del guitarrista de DDV, ya por allí puedes ir sacando cosas. Nosotros salimos juntos, nos vemos por allí y todo normal. Al principio si hubo algo, pero ya todo eso se quedó atrás.
JC: También la competencia es algo difícil, porque en esta vaina todo el mundo está peleando con las uñas, todo el mundo quiere llegar lo más alto posible. Por eso no es bueno fijarse en los comentarios, llegó un punto en que yo no leía los periódicos, no visitaba algunas páginas porque decían unas vainas de uno que ya eran ataques personales. Pero a nuestro e-mail han llegado críticas de nuestros conciertos, de la banda, pero son comentarios que la gente lo hace por bien y tratamos de responderlos todos, porque ese tipo de cosas si nos importan. Ahora, ya la cuestión de buscar problemas, de si rumores entre banda y banda, eso ya no nos interesa.

¿Por qué los cambios recientes en el equipo de trabajo de la banda? (N del R: Juan Carlos Ascanio, quien era road manager de la banda, renunció la semana pasada y Carlos Eduardo Hernandez, manager de la agrupación durante el 2002, lo hizo hace dos meses y ahora trabaja con Liqüet)
JC: Juan Carlos y Carlos Eduardo son dos casos distintos totalmente. Juan Carlos había tenido problemas de tiempo últimamente, tenia que dedicarle tiempo a su vida privada y cuadramos que pueda resolver sus problemas y luego volver a la banda, esta es su banda, el está con nosotros desde que comenzamos. El otro caso era porque no funcionaba, habían diferencias de proyección, la banda quería una cosa y de repente el manager hacía algo parecido pero que no era lo que queríamos, entonces hubo varias discusiones de negocios en la que no cuadrábamos y decidimos dejarlo así, porque eran muchas energías y esfuerzos puestos en algo que no se daba, unos halando para un lado y otros para el otro, te desgasta.
F: Era mejor dejarlo así para evitarnos problemas mayores en un futuro.

Muchas bandas ya no están aguantando la situación y se están yendo del país ¿Cómo ven ustedes la posibilidad de emigrar?
F: Ahora nuestro plan inmediato es el disco, queremos internacionalizarlo lo más que se pueda.
JC: Nuestra idea siempre ha sido llevar nuestra música lo más lejos posible, tomando el ejemplo de una banda como Sepultura, llevando la bandera del país a donde pueda pero tampoco escapados, ir a donde más s
itios podamos, pero para salir hay que tener una base,que es lo que estamos tratando de hacer aquí. Irnos también sería algo difícil, porque todos tenemos nuestra vida hecha aquí.

¿Qué opinan de la influencia que pueda tener la ley de medios en la rotación de artistas nacionales en los medios de comunicación?
F: Yo siempre he estado de acuerdo con el 1×1, el que hubo cuando Guillermo Dávila se hizo famoso. Mientras se pongan productos buenos y la gente pueda escoger lo que se va a poner, yo creo que está bien.
JC: Todos somos nacionalistas, pero no pueden cerrar las ventanas de lo que viene de afuera. Pero es que me parece tan imposible que lo hagan, porque son otros tiempos, está el internet y va a ser difícil cerrar las puertas. También últimamente se incrementó el apoyo de los medios a las bandas nacionales, pero no por cuestiones políticas, sino porque la gente misma pedía que pasaran cosas de su país.

Como fanáticos ¿Qué les parece el precio de 14 mil bolívares por un disco de una banda nacional?
JC: Yo siempre estuve pendiente de eso, pero ese precio, el que tenia en octubre nuestro disco, me pareció justo. También la gente tiene que acostumbrarse a comprar original, es más fácil tener un disco quemado que el original. A veces yo iba caminando por Sabana Grande y me provoca patear los puestos de los buhoneros al ver a Candy allí.
F: No sé, ya la gente perdió la cultura de comprar el disco, perdió lo sabroso que era comprar el disco, ir viendo el arte mientras lo escuchas y todo eso. Ya a nadie le importa eso. También ahora es un poco difícil comprar un disco, ya no está entre las primeras necesidades del venezolano.

¿Qué cosa de las que hacían como Candy 66 en el pasado ya no harían ahora en esta nueva etapa?
JC: Hay varias cosas. Sí hemos pensado que hemos tenido muchas fallas con respecto al show, a nuestra escena. Siempre quisimos que cuando Candy se montase en una tarima, el escenario fue diferente al de la banda que tocó antes. Compramos un juego de luces, pero hasta allí, siempre hemos querido trabajar más, inspirados en la tarima de ‘In Utero’ de Nirvana. Pero ahora si queremos hacer un show diferente en todos los aspectos, seguridad, sonido, etc. Por eso la banda de ahora en adelante será un poco más selectiva en los sitios donde vamos a tocar, eso quizás no va a limitar los conciertos, pero lo que queremos ahora es calidad antes que cantidad de toques. Que a la gente le quede el recuerdo de lo que vio.

Financieramente ¿Cómo acabó la banda después del boom del 2002?
(Todos se miran y razonan telepáticamente la respuesta)
JC: Esteee…. Produjimos mucho dinero, tampoco millones, pero si por ejemplo, logramos lo que siempre quisimos, que la banda se mantuviese, que no tuviésemos que sacar dinero para las cuerdas, para los ensayos. Pero ahora todo eso es parte de la nueva proyección de Candy 66, ahora lo que queremos es que las personas que trabajen con Candy 66, ganen dinero y ganen bien, que aunque suene muy soñador, que todos podamos hacer una vida a partir de Candy 66, pero es ahora o nunca, o nos tiramos al barranco o nos quedamos a ver como pasa la vida frente a nuestros ojos. Pero volviendo al tema del dinero, el año pasado se hicieron muchas fechas y dio paraaaaa… mantener a la banda (risas)
F: Sí hay gente que ganó plata con nosotros, eso sí te lo digo, y yo todavía seguía con la misma guitarra. Y con eso te respondo muchas cosas.

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