Todo no es suficiente – Billy Se Fue

Por Juan Carlos Ascanio

Cuando comencé a estudiar Comunicación Social en la UCAB nunca imaginé que ese sería el escenario de mi primer contacto con Billy Se Fue. Una mañana cualquiera, en el año 2001 quizás, haciendo la cola para la caja en pleno cafetín, Leslie me presentó un discman y unos audífonos: “este es el demo de la banda de mi novio”, dijo. “James” fue el primer tema que escuché. A pesar de que aquel demo era bastante básico, había algo más allá del sonido que inmediatamente despertó mi interés. Allí sonaba una idea, una intención, algo que rompía con el monótono y aburrido estilo del rock nacional. Ese “algo” sólo lo había escuchado anteriormente en pocas bandas… Zapato 3, Dermis Tatú, Candy 66, Master Gurú y quizás alguna otra que en este momento no recuerdo y que probablemente ya no existe.

Hoy, algunos años después de aquel primer encuentro, ese “algo” sigue vivo en la vena de estos cuatro chicos caraqueños y ha tomado la forma de su álbum debut, titulado “Todo no es suficiente”.

La ópera prima de Billy Se Fue es un álbum interesante. Extraño, pero interesante. Extraño porque donde se podría esperar un sonido amplio y glamoroso, existe un sonido denso y oscuro que a fin de cuentas resulta buena compañía para las letras rebosantes de nostalgia, dudas y añoranza. Con ese sonido retraído y misterioso transcurren las 11 composiciones que tienden a sonar muy adelantadas a una época donde el rock parece morir cada día un poco más.

“No no” es el primer tema que suena y sin mucho preámbulo muestra qué es lo que trae la banda. Desde el principio queda claro que Billy Se Fue es capaz de hacer música de buen gusto con los elementos más básicos y tradicionales del rock ‘n’ roll: guitarra, bajo, batería y voz. En este trabajo cada track tiene una particularidad que lo hace interesante, pero siempre están los favoritos, donde destacan “La despedida G”, “Mi sol”, un tema llamado a convertirse en un clásico como es “James”, la enérgica “Nicky”y la trilogía de cierre, “Bi”, “Todo no es suficiente” y “Es mi piel”, que son los temas más íntimos e intensos de esta placa discográfica.

A Favor: Definitivamente Billy Se Fue tiene a su favor la propuesta musical que presenta. No sólo es algo que está en sintonía con la tendencia mundial actual, sino que estos chicos pueden hacerlo realmente bien, sin caer en el refrito y manejando influencias musicales muy interesantes.

La banda tiene que vivir en medio de ese amor-odio que generan en la audiencia, sobre todo por la actitud sexualmente ambigua con la que se desenvuelven en tarima. En una sociedad machista, esa es una buena manera de llamar la atención. Sin embargo, todo está bien, pues el mayor insulto que le pueden proferir sus detractores es el de “maricones”, pero jamás podrán decir que son músicos mediocres o algo similar. Al final, los chicos de Billy Se Fue parecen estar de acuerdo con Oscar Wilde en aquello de “que hablen bien o mal de mí, pero que hablen”. Y eso es exactamente lo que está sucediendo.

En Contra: No me complace mucho la mezcla de este álbum. En general, no me complace la producción. Si bien es cierto que todo cobra sentido en el marco de un concepto oscuro, no es menos cierto que al menos la mezcla pudo haber sido más cuidada, con la batería y las guitarras más al frente, por ejemplo. Todos los temas necesitan respirar un poco más. Pero esa es mi opinión, muy personal.

Veredicto: Como todo álbum debut, éste tiene sus aciertos y sus desaciertos. En general es un álbum muy bueno que no decepciona. Más allá de los detalles puntuales de producción -que deben tener mucho que ver con el presupuesto- Billy Se Fue ha plasmado una muestra de buena música y buen gusto en su debut. Y eso, para mí y a pesar del título de este álbum, es más que suficiente.

[osp]3.5[/osp]