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Por: Henrique Do Couto G.
Algo le pasa a las bandas que pegan su primer disco, que no hayan manera de repetirlo en el segundo. El primero, generalmente, suele ser irreverente, contestatario, de frente y sin poesía. Pero cuando el dinero llega -y sobre todo en enormes cantidades-, de pronto la visión de la vida cambia. Entonces las bandas se vuelven introspectivas, reflexivas y espirituales.
De tanto que Guns N Roses hizo por escapar de ese estigma, terminó cayendo en él. Sin embargo, dejó en los Use Your Illusion su legado más grande aunque no el mejor-, y que sirvió de himno para la primera mitad de los 90, antes de que el grunge llegara y los borrara del mapa.
Lo tuvieron todo a favor pero decidieron ir en contra: típico de Guns. Axl grababa y mezclaba por un lado, mientras todos los demás lo hacían por otro. No se veían la cara ni se hablaban, sólo lo puntual por teléfono o correo. No dejaron las drogas ni el alcohol, se gastaron los reales… Y para cerrar, Axl elevó a lo más alto su obsesión compulsiva perfeccionista: sólo él tenía la última palabra.
Los cambios en la banda también afectaron su sonido y espíritu. La sustitución de Steven Adler por Matt Sorum cambió su lado salvaje y rebelde por uno más pesado y preciso, coronado y redondeado ahora con la presencia del tecladista Dizzy Reed.
De ese Guns lleno de maldad que habíamos visto en los 80 sólo quedaron algunas huellas, como la velocidad y arrechera que se vive en “Right Next Door To Hell”, “Perfect Crime” y “Garden Of Eden”, o en ese ventilador encendido contra los críticos y periodistas que es “Get In The Ring” (I dont like you/ I just hate you/ Im gonna kick your ass!).
El nuevo Guns, mucho más hard rock y menos punk, se presentaba en canciones como “Locomotive” (la canción más difícil de grabar, según Slash), “Shotgun Blues” o “Dead Horse”. Otras como las blueseras “Dust N Bones”, “So Fine”, y “Bad Obsession” estaban justo en la mitad del medio: ancladas a las raíces pero buscando espacio en el nuevo sonido.
Irónicamente, la importancia y trascendencia que tiene Use Your Illusion, no le pertenece. “Dont Cry”, “November Rain y “You Could Be Mine” eran canciones de Appetite For Destruction que no pudieron entrar -y muchas de las cuales ya estaban compuestas antes de que Guns N Roses pensara ni siquiera en existir-. Sin embargo, fue gracias a ellas que logró el éxito que se le reconoce hoy en día. Sí, también a “Knockin On Heavens Door”, pero es de Bob Dylan.
Use Your Illusion tiene su brillo. Lo que perdió en salvajismo, lo ganó en tres letras: ego. Es un disco que te mira desde arriba y que no deja que cualquiera se le pare al lado. Y si alguien se atreve a decir palabra, suenan canciones como “Estranged” y todos hacen silencio y reverencia.
Y a pesar de todo lo bueno o malo que se pueda decir de estos dos discos, hay tres obras maestras que brillan por sí solas:
– Civil War: hecha con los retazos de las 45 tomas que tuvo que grabar Steven Adler para poder terminarla. La única donde aparece él, y el último tema que grabó con la banda. Uno de los pocos temas políticos de Guns.
– Coma: música de Slash y letra de Axl. Quizá la mejor canción de los discos y usualmente la menos valorada.
– November Rain: Una joya, un himno, un saludo de Axl a su ídolo Elton John y una cátedra de composición, grabación y producción. Así como en Live And Let Die, no hay ni un solo violín real, ni metales, nada. Toda la orquestación es producto del genio de Axl y un sintetizador.
Use Your Illusion es la despedida de los músicos que le dieron vida y personalidad a la banda, Izzy y Steven, y también es la coronación de su rey absoluto y eterno: Axl Rose. Son los álbumes que despidieron el último vestigio de un Guns N Roses decente, justo antes de resbalar en la orilla del barranco.
Aún no se consiguen los restos.