Connect with us

Eventos

Deftones en Caracas

Deftones dio un concierto impresionante ante miles de fanáticos venezolanos en una noche llena de ansiedad, emoción, una aparatosa caída… y reguetón.

Por Juan Carlos Ascanio

De todas las bandas de rock que me gustan, una de las que nunca imaginé ver en Caracas fue a Deftones. Soy seguidor de esta banda desde el propio año 95, cuando vi en Headbangers Ball el video clip de “7 words”. De allí que este concierto fue mucho más que una agradable sorpresa y alcanzó el nivel de sueño hecho realidad.

Ya todo el mundo estaba adentro del Poliedro y comenzó Subsonus. Después de un par de minutos dejándose ver en tarima los chicos locales se decidieron a comenzar. En general, el público respondió bien, a pesar de un grupo que insistía en gritar “¡Deftones! ¡Deftones!”. No los culpo.

Todo marchaba bien, la gente tripeaba y cantaba los temas que conocemos desde la época de Doors. Otros miraban con indiferencia. Fresa (voz) cantaba a todo pulmón el coro de uno de sus temas y fue entonces cuando sucedió el momento más memorable de la carrera de Subsonus: “¡¡¡cada vez más!!! ¡¡¡cada vez más!!! ¡¡¡cada vejum mahdcj $%&@#!!!”. El pana se cayó de culo en una graciosa escena que pegaba más con aquella canción que decía “…y rodé como una piedra…” que con el rock que sonaba de fondo. Pero la presentación de Subsonus siguió sin mayores inconvenientes. Sin embargo, pronto comenzó a hacerse larga.

El mejor momento de la banda local fue la versión de “Pantaletas negras” de Zapato 3, coreada por todos los presentes. Pero el encanto duró poco, pues se les ocurrió hacer lo más pavoso que cualquier rockero puede hacer con una versión: extender el coro, bajar la mecha, empezar a jugar con el público, volver a extender el coro y hacer un final tan apoteósico como si Roger Waters acabara de interpretar The Wall en su totalidad. ¡Coño! ¿Por qué?

Al final, Subsonus hizo un buen papel y el público los despidió con una gran ovación.

La ansiedad estaba en el aire. Nadie podía esperar un minuto más, pero la caída de Fresa rompió una parte del stage y pasó un buen rato mientras lo reparaban. Lo que en un momento pareció gracioso, ya no lo era tanto. Y justo cuando creíamos que las cosas no podían ser peores, empezó a sonar algo extraño en el Poliedro. Ante la incredulidad de algunos y la molestia de otros, empezó a sonar reguetón. Yo no sé quién habrá sido el hijo de puta que se las quiso dar de gracioso, pero aquella provocación innecesaria ha podido ocasionar una desgracia. Sólo en Venezuela podemos observar tales niveles de estupidez e inconciencia.

En fin, después de una espera que pareció eterna llegó el momento.

Una voz nos aconsejó “smoke weed everyday” a través de los parlantes. Las luces se apagaron, el stage se iluminó y comenzó a sonar el intro de Deftones. Después de un par de minutos apareció Stephen Carpenter seguido de Chi Cheng y Abe Cunningham. Y en medio de la euforia colectiva apareció Chino Moreno. Sin mediar palabras comenzaron con “Back to school”. La locura se desató y el resto es historia.

Deftones es la banda más poderosa que he visto en vivo. El sonido fue impresionante. El show, lo máximo. Sencillo pero contundente. Una combinación perfecta de feeling con un excelente nivel técnico. Sencillamente increíble. Stephen Carpenter es uno de los guitarristas más poderosos y versátiles del rock contemporáneo, con una distorsión y un peso que deben ser el sueño húmedo de Kerry King. Por su parte, Abe Cunningham y Chi Cheng aportan una base rítmica blindada, muy poderosa. Frank Delgado aporta discretamente detalles que enriquecen los temas, reproduciendo al pelo todos los detallitos que suenan en los discos. Chino Moreno, con su particular estilo vocal y simpatía, completa un quinteto de rock que no dejó dudas de que este es su mejor momento.

La banda se paseó amplia y satisfactoriamente por toda su discografía, complaciendo a los viejos fanáticos con muchos temas de Adrenaline (95) y Around the fur (97), entre los cuales sonaron “Minus blindfold”, “Nosebleed”, “Engine nº 9”, un medley de “7 words” y “Birthmark”, “My own summer”, “Around the fur”, la espectacular y bien recibida “Be quiet and drive” y “Headup” donde todo el mundo gritó “¡¡¡Soulfly!!! ¡¡¡Fly high!!!”.

Una de las sorpresas más agradables de la noche fue la intensa interpretación de “If only tonight we could sleep” original de The Cure. A pesar de que la mayoría de los presentes no tenía ni idea de qué era lo que estaban tocando, el poder de este clásico hipnotizó a toda la audiencia en lo que podría ser una premonición de que The Cure podría tocar alguna vez en nuestro país.

Por supuesto que no faltó que Chino se acercara al público como es su costumbre. Y allí estuvo cantando un tema completo con los fanáticos que estaban al frente, visiblemente emocionado, saludando a todos con un choque de manos.

De su álbum más reciente, Saturday night wrist (06), sólo tocaron tres temas. “Hole in the earth” sonó increíblemente poderosa en vivo, al igual que “Beware” y toda intensidad de “Rats! Rats! Rats!”. Definitivamente la percepción sobre estos temas cambia totalmente después de escucharlos en vivo y ahora son aún mejores de lo que ya eran.

El resto del repertorio fue completado con temas de White Pony (00) y de su álbum homónimo (03), entre los que figuraron “Hexagram”, “Minerva”, “Korea”, “Digital bath”, “Change” y la espectacular “Passenger”, entre otras.

Al final, todos quedamos felices. Tanto la banda como el público se retiraron del poliedro con grandes sonrisas en la cara. Excelente show. Muy buenos recuerdos. Yo quiero ver a Deftones en vivo cien veces más.

[osp]5[/osp]

Written By

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Connect